Frente a la emergencia registrada hace algunos días en la isla canaria de La Palma, el Consejo de Ministros de España la declaró este martes como una “zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil”, lo que se conoce como zona catastrófica.

La decisión se toma después de que el volcán de Cumbre Vieja entrara en erupción el pasado 19 de septiembre y en estos nueve días haya llevado a que miles de habitantes de la isla hayan perdido sus viviendas o hayan tenido que abandonar la zona.

El volcán Cumbre Vieja arroja lava, ceniza y humo visto desde Los Llanos de Aridane en la isla canaria de La Palma el 25 de septiembre de 2021. - Nubes de espesa ceniza negra de erupciones volcánicas en el archipiélago de Canarias obligaron al cierre del aeropuerto en La isla de La Palma hoy, dijeron las autoridades. (Foto de DESIREE MARTIN / AFP) | Foto: AFP or licensors

Por su parte, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, reconoció que la reconstrucción social y económica en La Palma cuando acabe la erupción volcánica “es un reto tremendo”, quizás uno de los más importantes de las islas en las últimas décadas, y por ello, advirtió que “lo peor está por venir” porque hay muchos daños económicos y sociales.

Asimismo, en una intervención en la sesión de control del Pleno del Parlamento, señaló que no se va a “poder restituir lo perdido” dadas las condiciones de la erupción “y el recuerdo no se compensa” con una ayuda económica o una vivienda.

En ese sentido señaló que muchos afectados “quieren quedarse” cerca de las zonas afectadas pero es materialmente “imposible” reponer casas y fincas y por ahora, aunque la situación de emergencia “no ha terminado”, las instituciones se van a esforzar en sacar adelante una primera línea de ayudas sin tener en cuenta aún registrados todos los años, que superarán los 400 millones de euros. “No les vamos a llamar a los palmeros”, añadió.

Por ahora habrá una partida inicial de reconstrucción con un monto inicial de 10 millones para viviendas y enseres, además de la concurrencia a los fondos de solidaridad de la UE, la apertura de una oficina multidisciplinar de apoyo a las víctimas en Los Llanos de Aridane, la adquisición de casi 300 viviendas en la isla, aprobación de ERTE específicos para damnificados y 13 millones para formación, empleo y servicios sociales.

El presidente del Gobierno de Canarias insistió en que mientras dure la emergencia, el gran objetivo es que “termine sin daños personales ni pérdidas de vidas humanas”, y en se sentido, ha destacado que “lo único” positivo de la erupción es que “se han salvado muchas vidas”.

La casa, que se ha vuelto sensación en redes, ya ha sido bautizada por muchos como “la casa milagro de La Palma”. (Alfonso Escalero/iLoveTheWorld via AP) | Foto: Copyright 2020 The Associated Press. All rights reserved

Torres detalló que hay casi 1.000 personas trabajando sobre el terreno en La Palma y “algunos no se quieren ir” pese al agotamiento físico y mental, por lo que ha valorado la “implicación” de todos los estamentos implicados “para que las cosas acaben con el menor dolor posible”.

Además, valoró que todas las administraciones “estén unidas” para atender la emergencia y la reconstrucción, pues todas “se han colocado al lado de la gente, que lo está pasando tremendamente mal”, subrayando, por ejemplo, que “nadie durmió al raso” y siempre hubo recursos alojativos, “si se durmió en coche es porque se quiso”.

¿Qué pasa cuando la lava de un volcán se encuentra con el mar?

A raíz de esta emergencia en La Palma, el riesgo que implica esta situación para los seres humanos y la infraestructura que existe en la zona, los científicos han alertado de otro peligro: que la lava llegue al mar.

De acuerdo con el Instituto Volcánico de Canarias, en el encuentro de la lava, con una temperatura superior a los 1.000º C, con el mar, con una temperatura entorno a los 20º C, “se produce un choque térmico que genera columnas (penachos) de vapor de agua cargados con ácido clorhídrico (HCl) como consecuencia del importante contenido de cloruro (Cl-) en el agua de mar”.

Estas columnas de vapor de agua, de un color blanquecino, también contienen a su vez diminutas partículas de vidrio volcánico como consecuencia de la reacción que se produce entre la lava y el agua de mar, explica la entidad.

Estas columnas de vapor de naturaleza ácida como consecuencia de la generación de ácido clorhídrico (HCl) representan un peligro local – bien delimitado - para las personas que visitan o se encuentran en la zona costera dónde se produce ese encuentro entre la lava y el mar. “No se trata de una columna o penacho volcánico tan energético como el que tiene lugar en el cono volcánico donde se está produciendo un jet de gases volcánicos ácidos que se inyectan a la atmósfera con tanta energía que llegan a alcanzar los 5 km de altura”, continúa el Instituto.

*Con Europa Press