La situación de seguridad en las cárceles de Ecuador preocupa constantemente a las autoridades debido a que en una revisión preventiva al centro reclusorio de Guayas, los uniformados han encontrado cajas con fusiles, granadas, drogas y armas dentro de las oficinas de algunos funcionaros.
El anunció fue hecho por la Fiscalía General del Estado durante este viernes el cual se produce dentro del marco de revisiones a este, y otros centros penitenciarios, por parte de la policía y las fuerzas armadas ecuatorianas luego de que se presentara una masacre en la Penitenciaría del Litoral la cual reveló un importante arsenal de armas de guerra a manos de los reclusos.
El organismo de control aseveró en un comunicado que encontró “fusiles, bombas, granadas, explosivos, dinero en efectivo y droga al interior de las oficinas del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI)”, el cual es el encargado de custodiar y administrar las 35 cárceles que existen en la nación sudamericana.
Este descubrimiento se da 72 horas después que el director de la SNAI, Guillermo Rodríguez, presentara su renuncia quien estaba a cargo de esta entidad desde octubre de 2022.
El comunicado de la SNAI respondiendo a la presión de la opinión pública por el hallazgo de estos elementos precisó que “prestará toda la colaboración dentro de las investigaciones que se inicien por esta causa, a fin de esclarecer los hechos ocurridos”. El organismo ha añadido que los guardias carcelarios que prestan sus servicios por parte del SNAI “no disponen de armamento letal”, por lo que la investigación será más minuciosa el establecer cómo llegaron esos artefactos a estas oficinas.
Las prisiones ponen en aprietos el orden estatal
Durante las dos semanas anteriores, tanto las fuerzas armadas como la policía ecuatoriana registraron más del 30% de la Penitenciaría del Litoral, (4 de los 12 pabellones que conforman la cárcel más grande poblada de toda la nación), ubicada en el complejo de Guayas, en Guayaquil.
Dentro de los pabellones observados, estaban los involucrados en la masacre carcelaria ocurrida entre el 23 y el 25 de julio, en donde un enfrentamiento entre varios reclusos dejó como saldo a 31 de ellos asesinados, de acuerdo con la fiscalía. No obstante, a pesar de que la policía alega que la cifra carece de verificación, en la práctica podría ser inferior.
En esas intervenciones a las celdas, los uniformados de ambas instituciones encontraron en esa penitenciaría un arsenal de guerra en donde habían fusiles, lanzagranadas, municiones, explosivos artesanales y en gel, pistolas y decenas de armas blancas como cuchillos y machetes.
Junto a estas municiones, se recolectaron envoltorios de marihuana y cocaína, cerca de 350 celulares, televisores, consolas y ventiladores. Asimismo, algunas especies de animales no se salvaron de estar junto con los reclusos, ya que se encontraron pollos, patos y una piscina llena de tilapias.
La violencia más viva que nunca en las celdas
Estos registros a la Cárcel de Guayas y a la Penitenciaría del Litoral se llevaron a cabo en medio del decretado estado de excepción desde el 25 de julio cuando tuvo lugar la masacre en este último centro reclusorio, en donde, además de reportar más de 30 fallecidos, sujeto a verificación, también tuvo lugar una huelga de hambre por parte de 13 prisioneros.
La masacre en la Penitenciaría del Litoral ha sido la más reciente de una serie de matanzas que han ocurrido en las cárceles de Ecuador desde hace tres años, las cuales han dejado más de 400 presos asesinados por los enfrentamientos entre bandas rivales que quieren controlar internamente las cárceles del país. Solo en esta prisión se albergan más de 5.500 reclusos.