La embajada de Israel en Buenos Aires se manifestó “preocupada” el pasado 16 de junio por las actividades en América Latina de dos aerolíneas de Irán a las que acusa de “dedicarse a traficar armamento” y saludó la decisión de Argentina de retener un avión venezolano con tripulantes iraníes.
Un comunicado de la representación diplomática reconoció “el accionar rápido” de Argentina, con el que quedó retenido bajo investigación judicial un avión de carga venezolano que aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza el 6 de junio con 19 tripulantes -cinco iraníes y 14 venezolanos-.
El avión de carga retenido en el aeropuerto de Ezeiza, en las afueras de Buenos Aires, pertenece a la empresa Emtrasur, una filial de la venezolana Conviasa, bajo sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. El aparato fue comprado hace un año a la aerolínea iraní Mahan Air.
El analista independiente de inteligencia israelí Ronen Solomon, que dirige el blog Intelli Times, en entrevista con The Jerusalem Post dijo la detención de dicho avión de carga venezolano en Argentina podría estar relacionada con los intentos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de atacar a los israelíes en el extranjero.
Además, el analista indicó que una fuente de seguridad occidental reveló que la Unidad 840 de la Fuerza Quds, que es responsable de las operaciones terroristas fuera de Irán contra objetivos occidentales y grupos de oposición, tiene operaciones en América del Sur que un funcionario llamado Said Muhamad Hasan Khajazi dirige desde Venezuela.
Además, en The Jerusalem Post explicó que la unidad 840 es también la unidad en la que sirvió Hassan Sayad Khodaei, quien fue asesinado en un ataque atribuido a Israel en el centro de Teherán.
“Después de su asesinato, los funcionarios iraníes amenazaron con atacar a los israelíes en represalia, lo que provocó advertencias de viaje para los israelíes en varios países fronterizos con Irán. Junto con las operaciones del IRGC, Hezbollah, que está estrechamente vinculado a la Fuerza Quds, tiene poder sobre el triángulo donde se unen las fronteras de Argentina, Brasil y Paraguay, manejando un tráfico de drogas y contrabando de vehículos, armas y personas para apoyar operaciones de inteligencia y terrorismo”, se destacó en el citado medio.
Solomon también afirmó en The Jerusalem Post que el avión recientemente detenido es uno de los últimos esfuerzos de Irán para expandir sus operaciones de contrabando de armas con Venezuela.
Recordó que durante más de una década, el avión de carga Boeing 747-3B3 recientemente detenido, perteneció a la Mahan Air iraní, una aerolínea que ha sido sancionada por EE. UU. por transportar agentes, armas, equipos y fondos de la Fuerza Quds del IRGC.
Además, el analista recalcó que el avión iraní también pudo realizar “paradas de reabastecimiento de combustible” a lo largo de sus rutas, lo que generó preocupaciones de que el avión podría haber utilizado las paradas para transferir encubiertamente operativos y equipos para la Unidad 190 de la Fuerza Quds del IRGC, así como para transportar productos para vender con el fin de financiar operaciones terroristas.
En tal sentido, Ronen Solomon aseguró que el fin de que se detuviera ese avión en Argentina era supuestamente evitar que este pudiera ser utilizado para transportar operativos o equipos, que podrían amenazar a Israel, entre otros países de América del Sur.
La preocupación de Israel
“El Estado de Israel está particularmente preocupado por la actividad de las compañías aéreas iraníes Mahan Air y Qeshm Fars Air en América Latina, empresas que se dedican al tráfico de armamento y al traslado de personas y equipos que operan para la Fuerza Quds, las cuales están sancionadas por Estados Unidos por estar involucradas en actividades terroristas”, indicó la embajada de Israel en Buenos Aires, en un comunicado.
Al Quds, una fuerza de élite de los Guardianes de la Revolución -ejército ideológico iraní-, está clasificada como organización terrorista por Estados Unidos. Aunque Argentina no la incluye en su lista, sí figura a título individual uno de sus integrantes.
Procedente de México, el Boeing 747 llegó a Argentina el 6 de junio con un cargamento de autopartes. Sin supuestamente haber podido abastecerse de gasolina en Buenos Aires, intentó viajar a Uruguay el 8 de junio, pero las autoridades uruguayas le negaron el ingreso y debió regresar al aeropuerto de Ezeiza.
Argentina considera sensible la presencia de viajeros iraníes, por las alertas rojas de captura que rigen para exgobernantes de ese país por el atentado contra el centro judío AMIA en 1994, que dejó 85 muertos y unos 300 heridos.
Tras conocerse la retención del avión, Irán la atribuyó a “propaganda” y “operaciones psicológicas”.
Venezuela, en tanto, acusó a Uruguay de haber puesto en “grave riesgo la vida de la tripulación” al impedir el ingreso del aparato para reponer el combustible.
*Con información de AFP.