El pasado 25 de diciembre, la Policía de Reino Unido capturó a un hombre que, según las autoridades, se infiltró en los alrededores del Castillo de Windsor, antiguo sitio de descanso de la reina Isabel II y de su familia, pero que ahora es considerada su residencia principal, en donde celebraron la Navidad.

Por su parte, los medios británicos aseguraron este 26 de diciembre que el hombre caminaba por el terreno “real” con una ballesta.

De acuerdo con los registros oficiales de la Policía de Thames Valley, el sospechoso es un joven de 19 años proveniente de Southampton, que fue detenido por un grupo de uniformados que llegó hasta las inmediaciones del castillo después de que una de las alarmas se activó sobre las 8:30 a. m. hora inglesa.

“Podemos confirmar que los procedimientos de seguridad se activaron poco después de que el hombre entrara en el terreno y que no accedió a ningún edificio”, explica el comunicado de las autoridades.

Asimismo, la Policía aseguró que, afortunadamente, el hombre no pudo acceder a ninguno de los edificios del complejo propiedad de la realeza británica.

“El hombre ha sido arrestado bajo sospecha de violación o allanamiento de un sitio protegido y posesión de un arma peligrosa. Permanece bajo custodia en este momento”, informó la superintendente de Policía de Thames Valley, Rebecca Mears.

Igualmente, añadió que “los miembros de la familia real han sido informados sobre el incidente”.

Por su parte, el diario Daily Mirror explicó que la situación se vio con preocupación desde el cuarto de seguridad del castillo, especialmente cuando los agentes notaron que el hombre cargaba una ballesta en sus manos.

“Los agentes de seguridad no creían lo que veían”, le explicó una fuente a dicho medio de comunicación, asegurando que inmediatamente reaccionaron con un grandioso dispositivo de seguridad con el que se buscó “garantizar la seguridad de la reina”.

El diario también explicó que es importante que exista “una importante evaluación de los procesos de seguridad”, teniendo en cuenta la facilidad con la que el sospechoso tuvo acceso a las instalaciones de la realeza.

Finalmente, el Mail on Sunday detalló que el hombre usó una escalera fabricada con cuerdas que utilizó para burlar la barrera de seguridad que rodea la residencia.

Una Navidad llena de luto

La situación de emergencia por la supuesta amenaza a la reina Isabel y su familia se dio luego de un sentido momento en el que Su Majestad recordó a su fallecido esposo, el príncipe Felipe, quien murió en abril de este año a los 99 años.

Así, en medio de las primeras fiestas sin su cónyuge, la reina decidió recordarlo como un hombre con una “sonrisa familiar” y una mirada “traviesa” que fue importante no solo para su familia, sino también para toda la nación.

“Aunque para muchos es un momento de mucha felicidad y alegría, Navidad puede ser difícil para aquellos que han perdido a sus seres queridos. Este año entiendo particularmente el porqué”, explicó la monarca en un video que se grabó con objeto de las celebraciones de natividad en Reino Unido y que ya es tomado como una tradición real.

Con un vestido rojo y una fotografía tomada en 2007 en la que aparecen ella y su esposo durante la celebración de sus bodas de diamante (60 años de casados), Isabel decidió describirlo como el hombre al cual amó y con el que tuvo un matrimonio de 73 años.

“Su sentido del deber, su curiosidad intelectual y su capacidad para divertirse en cualquier situación (…) El brillo travieso e inquisitivo (de sus ojos) Era tan brillante al final como cuando le vi por primera vez”, fueron algunas de las características de la personalidad de Felipe que destacó su hoy viuda.

Aún con el dolor, Isabel reconoció que “aunque le eche de menos y su familia le eche de menos, sé que querría que disfrutáramos de la Navidad”, y que era momento para buscar la “felicidad (...) a pesar de que nos falte la risa familiar”.