El Vaticano ha decidido manifestarse en defensa del papa emérito Benedicto XVI, quien recientemente fue acusado por un informe alemán de encubrir al menos cuatro casos de abuso sexual infantil en la archidiócesis de Múnich y Freising, ocurridos entre 1945 y 2019.
Según Andrea Tornielli, director editorial del Vaticano, Joseph Ratzinger (nombre real del papa emérito), fue el primero en condenar, durante su papado, los casos de abusos sexuales presentes en la Iglesia católica, además de ser la primera persona en reunirse con las víctimas con el fin de intentar reparar el daño causado.
“Tras la publicación de la encuesta, los años de episcopado bávaro del papa emérito están en el punto de mira. Es justo recordar la lucha de Benedicto XVI contra la pederastia clerical y su voluntad durante su pontificado de reunirse y escuchar a las víctimas y pedirles perdón”, manifestó Tornielli, en un editorial.
Asimismo, el empleado de la Santa Sede indicó que Benedicto XVI “con la ayuda de sus colaboradores, no eludió las preguntas del bufete de abogados encargado por la diócesis de Múnich de elaborar el informe y respondió con 82 páginas, después de haber podido examinar parte de la documentación en los archivos diocesanos”.
También añadió: “Algunas de las acusaciones ya se conocían desde hace más de diez años y ya habían sido publicadas por importantes medios de comunicación internacionales”, por lo que con la publicación del informe, tanto el papa emérito como su secretario privado, Georg Gänswein, se asegurarán de dar una “declaración detallada después de completar su examen del informe”.
Cabe recordar que el pasado 24 de enero, Ratzinger tuvo que retractarse de su pasada versión en la que aseguraba no tener conocimiento de estos acontecimientos. De acuerdo con su nuevas declaraciones, el antecesor de Francisco I sí estuvo presente en una reunión en la que se mencionó el caso de un sacerdote acusado de abuso a menores. La conversación se habría dado mientras Benedicto XVI era arzobispo de Munich-Freising entre 1977 y 1982.
Sin embargo, acusó que el supuesto desconocimiento proclamado por su parte fue un “error en la edición de su anterior declaración”.
Así lo explicó su secretario Gänswein en conversación con la Agencia Católica de Noticias (KNA), en la que aseguró que “el error no fue cometido de mala fe”, ya que no fue culpa de él, sino que fue “resultado de un error en el procesamiento editorial de su declaración”.
“Él está muy arrepentido por esto y se disculpa”, añadió Gänswein, mientras que el Vatican News, portal oficial del Vaticano, publicó las declaraciones del secretario privado que confirman que Ratzinger “sí participó en la reunión del ordinariato el 15 de enero de 1980″.
No obstante, la declaración incluye también que, aunque el papa emérito estuvo cuando se habló del caso del sacerdote implicado en los casos de abuso, lo cierto es que en esa ocasión “no se tomó ninguna decisión” en relación con un posible nombramiento pastoral del servidor en cuestión.
Así, de acuerdo con Benedicto XVI, en esa oportunidad no tuvo poder alguno del cual aferrarse para castigar este tipo de actos aberrantes, pues la ocasión solo sirvió para afrontar si se permitiría o no “un alojamiento” del sacerdote en Múnich, ciudad en la que estaría recibiendo un tratamiento terapéutico.
“El papa emérito, como ya ha reiterado varias veces durante su pontificado, expresa la turbación y la vergüenza que le producen los abusos sexuales a menores cometidos por clérigos y manifiesta su personal cercanía y su oración a todas las víctimas con algunas de las cuales se ha encontrado personalmente durante sus viajes apostólicos”, concluyó Gänswein.