A pesar de la crisis diplomática que se ha visto en las últimas semanas entre Estados Unidos y Rusia por la presencia de unidades militares de este último en territorio de Ucrania, este país asegura que es muy difícil pensar que su vecino euroasiático tenga entre sus planes invadirlo esta semana, tal como lo explicó el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa ucraniano, Oleksiy Danílov.
“Somos plenamente conscientes de lo que está pasando en nuestro país, somos conscientes de los riesgos que existen para nuestro país, pero la situación está completamente bajo control y, es más, no vemos actualmente que pueda tener lugar una invasión a gran escala de la Federación Rusa el día 16 o 17. No lo vemos”, indicó Danílov, en conversación con los medios de comunicación de su país.
Asimismo, señaló que para nadie es innegable la amenaza que en este momento ejerce Rusia sobre su territorio, aunque manifestó que sigue en pie la confianza que tiene el Gobierno y demás autoridades ucranianas en sus Fuerzas Armadas, asegurando que “están listos para cualquier desafío que tengamos”.
Estas palabras se unen a las que dijo el pasado 12 de febrero el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien mostró un parte de tranquilidad para todos sus gobernados, al asegurar que “todo está bajo control”, por lo que lo mejor para evitar cualquier roce, tanto político como social, es dejar de sembrar pánico entre los habitantes ucranianos, así como del resto del mundo.
“Si usted u otras personas tienen información adicional sobre una invasión al 100 % (segura) de Ucrania por parte de la Federación Rusa, proporciónenme esa información”, dijo Zelenski, en medio de una intervención que tuvo en Jersón (sur de Ucrania).
Rusia retira algunas de sus tropas militares en la frontera
La información del Gobierno ucraniano llega al conocerse que Rusia habría decidido retirar a una parte de los soldados que desde hace algunas semanas se encontraban instalados en la frontera que este país comparte con Ucrania. Por supuesto, esta es una noticia que tranquiliza un poco al mundo, y que reduce en gran medida la amenaza de conflicto bélico entre Rusia y Estados Unidos.
De acuerdo con el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, “las unidades de los distritos militares Sur y Oeste, que ya han concluido sus tareas, comenzaron a cargar en medios de transporte” y “empezarán a regresar a sus cuarteles hoy (martes)”.
Aun así, el anuncio hecho por el Gobierno ruso no otorga una calma total, ya que no indica tácitamente cuál es el número exacto de soldados que abandonarán la frontera, teniendo en cuenta que este país habría desplegado más de 100 mil militares en dicha zona desde diciembre del año pasado.
Además, los entrenamientos militares rusos en Bielorrusia, vecino de Ucrania, tampoco se han detenido y se presume que dichas maniobras se mantendrán al menos hasta el próximo 20 de febrero.
Aun con todo esto, el retiro de los uniformados rusos de la frontera no deja de generar un aire de tranquilidad en medio de una situación de tensión extrema, en la que ya era casi inminente el inicio de una guerra entre Occidente y Rusia, tal como lo notificaban algunas de las potencias más importantes del mundo.
Por ejemplo, la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, ya había transmitido la preocupación del Gobierno frente a esta crisis. “Podríamos estar al borde de una guerra en Europa que tendría graves consecuencias, no solamente para los pueblos de Rusia y de Ucrania, pero de una forma más general para la seguridad de Europa”, dijo la diplomática en Sky News.