Los ojos del mundo se han vuelto nuevamente hacia la región asiática, que durante esta semana ha sido escenario de hostilidades entre las dos Coreas, Japón y Estados Unidos. El lanzamiento de misiles por parte de Pionyang ha provocado la respuesta y condena de Seúl, así como el interrogante de cuán posible es que las tensiones deriven en una confrontación global.

Las Fuerzas Armadas surcoreanas alertaron que Norcorea había disparado otros tres proyectiles hacia el mar japonés, luego de enviar un misil intercontinental y otros dos de corto alcance. De estos no se descarta que puedan ser portadores de ojivas nucleares y recorrer miles de kilómetros.

El Ministerio de Defensa nipón confirmó los “ensayos militares” que, para algunos expertos, pueden ser una respuesta a las maniobras adelantadas por Seúl y Washington (conocidas como ‘Tormenta vigilante’). Estas se estimaba que estuvieran próximas a concluir.

“Esta cadena de actos de provocación de Corea del Norte que aumentan rápidamente son una amenaza para la seguridad de nuestro país, la región y la comunidad internacional, y son absolutamente inaceptables. Como esto también contraviene las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, nuestro país ha protestado enérgicamente” enfatizó el titular de la cartera de Defensa japonés, Yasukazu Hamada.

¿Hasta dónde podría escalar la tensión?

El derecho internacional denota que las naciones solamente pueden establecer reclamos de su territorio a 12 millas náuticas del área marítima que abarca su tierra. “Corea del Norte sabe que si lanza un misil que intente impactar Corea del Sur, Japón o Estados Unidos es el fin del régimen, entonces es más bien un chantaje para intentar obtener sus beneficios” explicó a Semana el especialista en política asiática, Genaro Beristain.

En cuanto a la participación de otros “actores” en el conflicto, “podríamos pensar que también Corea del Norte está moviendo sus piezas geopolíticas para obtener un mayor beneficio por parte de los países del este de Asia y que estos puedan entrar en pugna con Estados Unidos”, agregó el analista.

En lo concerniente a una mesa de negociaciones no es claro el panorama y estas continúan estancadas porque Pionyang “quiere un diálogo directo” con Washington, mismo que “durante la administración de Obama y Bush ignoró sus requerimientos; por el contrario, emitió sanciones”.

Anteriores lanzamientos

La madrugada de este jueves se lanzó un proyectil intercontinental y otros dos (de corto alcance) habrían sido disparados desde la localidad de Kaechon, a unos 90 kilómetros de la capital norcoreana. Según la agencia de noticias Yonhap, fueron seis los misiles detectados durante la jornada, que se suman a 25 contabilizados el día anterior.

Por lo pronto, la comunidad internacional monitorea la escalada. España condenó el aumento de hostilidades y reconoció su preocupación por la seguridad en la región.

El país europeo “condena enérgicamente los últimos lanzamientos de misiles de Corea del Norte, que marcan una escalada sin precedentes en lo que va de año” dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores y mencionó, en concreto, que uno de los proyectiles cayera al “sur de la línea del límite norte que separa a las dos Coreas”.

El gobierno de Kim Jong-Un ha responsabilizado a Washington de planificar ataques en colaboración con Seúl, un señalamiento negado por ambos países. Mientras tanto, Estados Unidos tiene a su disposición alrededor de 28.500 efectivos estacionados en suelo surcoreano.

*Con información de Europa Press y Reuters.