En Sydney, Australia, un niño de 11 años desarrolló una infección luego de haber acudido a una barbería para que le hicieran un moderno corte, según denunció la madre del menor.
De acuerdo con la mujer, su hijo llegó hasta esa barbería para que le hicieran un difuminado por su cumpleaños, un estilo en el que los lados se afeitan y el largo se deja arriba.
La madre del menor narró, según el portal Daily Mail Australia, que su hijo tiene una infección de hongos que le genera sarpullido y picazón en la parte posterior de su cabeza, zona donde supuestamente el peluquero utilizó las tijeras.
“Me enoja el flagrante desprecio por sus responsabilidades de contar con mecanismos de control de infecciones adecuados y apropiados”, dijo la mujer, de acuerdo con el medio citado anteriormente.
Además, contó que tras lo ocurrido, desde la barbería le ofrecieron disculpas y que le indicaron que era un problema que enfrentaban muchos peluqueros.
“Estaba avergonzado más allá de lo creíble”, dijo la madre del menor, que decidió conservar el anonimato.
Tras lo ocurrido con su hijo, comentó que ahora prefiere ella misma hacerle el corte.
Desde Daily Mail Australia también indicaron que la madre se puso en contacto con NSW Health, quien le dijo que esa peluquería no estaban dentro de su jurisdicción, por lo que le aconsejaron que diera a conocer el caso al ayuntamiento de Sydney.
A su vez, la mujer le dijo a Daily Mail Australia que quiere generar conciencia sobre la importancia de preguntar a los peluqueros si han desinfectado su equipo de trabajo.
“Un corte de pelo me salvó la vida”
Ir al salón de belleza suele ser parte de la rutina de muchas mujeres, pues hacen de esto un hábito, bien sea para realizarse un corte de cabello, cambiar el color del mismo, cepillarse, hacerse un manicure, pedicure, entre otros; sin embargo, nadie pensaría en que una visita a la peluquería podría detectar alguna enfermedad.
No obstante, eso fue lo que le sucedió a Lee King, una mujer nacida de Australia y quien vive en la ciudad de Perth. En una habitual visita al salón de belleza, fue alertada por la estilista -quien, además, es su mejor amiga- luego de que ella viera una extraña mancha azul en el cuero cabelludo de su amiga.
Pero a King le pareció que podría tratarse de algún tipo de broma de Lucas, su hijo, quien pudo haberle pintado el cuero cabelludo con una crayola de color azul, según registró Yahoo Australia, mas no dejó pasar mucho tiempo hasta que fue al dermatólogo para saber de qué se trataba la rara aparición en su cabeza.
La sorpresa, entonces, le llegó a la mujer de 43 años, pues resultó que aquella marca de color azul que tenía bajo su cabello y que había nacido, sin razón aparente, se trataba de un nevus azul (lesión cutánea), que, incluso, llamó la atención del especialista: “El dermatólogo lo vio y me dijo que nunca había visto algo así en 30 años. Realmente me asustó”, expresó la paciente al diario Mirror.
“Desarrollé un nevus azul del tamaño de una pieza de 20 centavos -alrededor de 24 milímetros de diámetro- en seis meses -dijo-. Cualquier cosa que crezca tan rápido en tu cabeza no es ideal, así que estaba bastante preocupada”, según registró La Nación de Uruguay.
Así las cosas, Lee King afirmó sentirse “afortunada”, pues la afección que tuvo no se trató de un factor maligno que pudiera haber perjudicado su salud. Haber atendido la insistente petición de Ricci Jess, su estilista y mejor amiga, fue la mejor decisión que pudo llegar a tomar. “Me salvó la vida”, manifestó la mujer, pues actualmente tiene algunas cicatrices por las cirugías a las que se sometió, pero no queda más sino aquel lunar azul.
“Soy una persona positiva y traté de mantenerme positiva, pero algo así en tu cabeza, cerca del cerebro, te asusta un poco”, destacó, al tiempo que mencionó que cuando recibió los resultados que le indicaban que todo estaba bien con su salud, sintió realmente que esa era “la mejor noticia”.
Asimismo, el especialista le dijo que podían dejarlo, pues no representaba ningún tipo de riesgo para su salud, pero ella se negó. “Sácamelo del todo de la cabeza. No lo quiero ahí”, dijo, pues calificó la experiencia vivida como algo realmente “aterrador”.