Los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) aprobaron este jueves la adhesión de Croacia al espacio Schengen, de libre circulación de personas, a partir del 1 de enero, pero rechazaron las demandas de Rumania y Bulgaria.
“Decisión adoptada. Ahora está formalmente confirmado, Croacia se unirá al espacio Schengen desde el 1 de enero de 2023″, tuiteó la presidencia de la República Checa, que ocupa la presidencia rotativa del bloque.
De esta forma, Croacia se tornará el país número 27 a ser parte del espacio Schengen, y el 23 de la UE. El país ya había recibido en julio pasado la luz verde para su adhesión al euro como moneda única a partir del 1 de enero.
Con 3,9 millones de habitantes, Croacia es miembro de la UE desde 2013.
Con la incorporación de Croacia, el espacio Schengen pasará a estar integrado por 27 países (23 de los 27 de la UE, más Suiza, Noruega, Liechtenstein e Islandia) donde están suprimidos los controles de pasaporte en sus fronteras comunes.
“Tanto el espacio Schengen como la UE tienen mucho para ganar” con la adhesión de Croacia, celebró el ministro croata de Interior, Davor Bozinovic.
Puerta cerrada a Rumania y Bulgaria
En tanto, las esperanzas de Rumania y Bulgaria de sumarse al grupo se estrellaron contra el veto de Austria, sabiendo que Países Bajos había expresado su oposición en el caso de Bulgaria.
Al llegar al encuentro, el ministro austríaco Gerhard Karner ya había adelantado que su país vetaría la adhesión de Rumania y Bulgaria.
Austria enfrenta una fuerte alza en las demandas de asilo, y por ello teme que la desaparición de los controles migratorios en esos dos países permita un aumento aún mayor en la llegada de migrantes.
El ministro búlgaro de Interior, Ivan Demerdzhiev, dijo que “más allá de la decepción (...) tenemos la firme decisión de continuar” a disputar la adhesión al espacio.
“También estoy decepcionada”, dijo la comisaria europea de Asuntos Internos, Ylva Johansson, quien añadió que los dos países “merecen ser miembros plenos de Schengen”.
Klaus Iohannis, presidente de Rumania, dijo que su país “merecía recibir un voto positivo”.
“La actitud lamentable e injustificada de Austria en la reunión de hoy puede comprometer la unidad y la cohesión europea, de la que tanto necesitamos”, acotó.
Corrupción y derechos humanos
Por su parte, su homólogo de los Países Bajos, Eric Van der Burg, dijo que su país era favorable a la adhesión de Croacia y Rumania, pero dejó claro que “no estamos de acuerdo” con la recomendación de la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE) de permitir el ingreso de Bulgaria.
La adhesión de Bulgaria al espacio Schengen también había recibido el apoyo mayoritario del Parlamento Europeo.
Van der Burg, en tanto, había mencionado antes de sumarse a la reunión ministerial que su país seguía preocupado por la situación “de la corrupción y los derechos humanos” en Bulgaria.
Por una cuestión de procedimiento, las demandas de Rumania y Bulgaria están ligadas. Los dos países ingresaron a la UE en 2007 y solicitan ser parte del espacio Schengen desde hace más de una década.
Por su parte, el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo que su país apoyaba la extensión del espacio a los tres países.
El espacio “es un pilar básico de la UE y son tres países que han demostrado cumplir todos los requisitos para ser plenos integrantes de Schengen. El apoyo de España es firme”, afirmó.
La UE endureció su postura sobre la migración después de una afluencia masiva de solicitantes de asilo en 2015-2016, cuando centenares de miles de sirios huyeron de la guerra que devastó su país.
*Con información de AFP.