El vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, dijo este sábado que esperaba que la Unión Europea (UE) empezara a evaluar cambios en sus políticas migratorias para ayudar en las crisis sociales que se viven en varios lugares del mundo.
Schinas estuvo el sábado en Lituania, en cuya frontera se está produciendo un importante aumento de las llegadas ilegales de migrantes procedentes de Bielorrusia.
“La situación aquí es otro mensaje para nosotros en la Unión Europea: ahora es el momento de pasar a un marco europeo más previsible y más completo para la política migratoria”, declaró Schinas ante la prensa.
“Ahora es el momento político de pasar de una operación de lucha contra el incendio a una operación de arquitectura”, añadió.
La Comisión Europea propuso un nuevo pacto de migración y asilo en 2020 para establecer una política común sobre estos temas. Sin embargo, las negociaciones se estancaron por la pandemia de covid-19.
Actualmente, la UE está cada vez más preocupada por la posible llegada masiva de migrantes procedentes de Afganistán, donde los talibanes se hicieron con el poder a mediados de agosto.
En Lituania, la migración ilegal se disparó este año: ya se detectaron más de 4.100 personas en la frontera, frente a solo 81 en todo 2020.
La UE acusa al presidente bielorruso Alexander Lukashenko de haber planificado estos flujos de migrantes hacia Lituania, Polonia y Letonia, en represalia por las sanciones del bloque y la represión de la oposición tras las elecciones presidenciales.
Y es que Europa ha sido el objetivo preferido de los migrantes del norte de África que buscan mejores condiciones de vida, así como de los de Oriente Medio, quienes esperan escapar de los conflictos armados que hay en sus tierras natales.
Migración en Estados Unidos
El otro gran objetivo para los migrantes es Estados Unidos, país que desde hace años ha implementado distintos mecanismos para frenar la migración ilegal proveniente de Centro y Suramérica.
Días atrás, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que le enviará una carta a su par estadounidense, Joe Biden, para insistir en su propuesta de otorgar visas de trabajo a centroamericanos y así atacar de raíz la migración irregular.
“Se lo voy a volver a plantear al presidente Biden la próxima semana. Le enviaré una carta porque no podemos solo estar deteniendo, reteniendo. Hay que atender las causas. La gente no sale por gusto de sus pueblos”, señaló el mandatario en su habitual conferencia matutina.
El planteamiento del líder izquierdista fue realizado en febrero pasado y propone llevar a Guatemala, Honduras y El Salvador uno de sus emblemáticos programas de bienestar, llamado Sembrando Vida, con el fin de generar 1,2 millones de empleos en el sector agropecuario en esa región.
López Obrador propone que centroamericanos y mexicanos obtengan una visa de trabajo estadounidense después de participar en ese programa de desarrollo de actividades agroforestales durante tres años.
La iniciativa fue presentada directamente a Biden en abril durante una cumbre virtual sobre el clima.
Sobre la disolución esta semana de dos caravanas migrantes, conformadas principalmente por centroamericanos, López Obrador explicó que su gobierno busca contenerlos “hasta donde sea posible”.
“Permitir (...) que atraviesen nuestro país significa muchos riesgos de violación de derechos humanos, sobre todo en la frontera norte”, justificó el presidente.
Recordó que en esa región tuvieron lugar las matanzas de 72 migrantes –mayoritariamente centroamericanos– a manos del grupo criminal Los Zetas en 2010 y la de 16 guatemaltecos, asesinados y luego quemados en enero pasado, ambas en el estado Tamaulipas (noreste), fronterizo con Estados Unidos.
Los migrantes, que huyen de la violencia y la pobreza en sus países de origen, buscan llegar a Estados Unidos para pedir refugio.
Tras la llegada del demócrata Biden a la Presidencia de Estados Unidos, se ha multiplicado el número de migrantes que intentan cruzar ilegalmente desde México, muchos de ellos menores de edad.
Para contener la migración ilegal, el Gobierno mexicano tiene desplegados más 27.000 efectivos de las Fuerzas Armadas en sus fronteras sur y norte.
Con información de la AFP.