Por estos días el Canal de Panamá es noticia mundial por la sequía que enfrenta. En Colombia, entretanto, hasta el presidente, Gustavo Petro, aparece en el asunto, pues el Gobierno panameño desmintió al mandatario colombiano, quien había dicho que el tránsito de barcos estaba suspendido por el cierre del canal.
Reconocida como una de las megaobras más importantes en la historia mundial ha sido puente de unión no solo del comercio sino también del turismo y la cultura, los orígenes y su impacto en el mundo han trascendido más allá de Panamá. La mayoría de los ingenieros expertos coinciden en que la construcción del Canal de Panamá significó grandes retos en ingeniería, saneamiento y organización.
Según la reseña del portal oficial del Canal de Panamá, “los problemas de ingeniería incluían cavar a través de la Cordillera Continental, construir la represa más grande del mundo en aquella época, diseñar y construir el canal de esclusas más imponente jamás imaginado, construir las más grandes compuertas que jamás se han colgado, y resolver problemas ambientales de enormes proporciones”.
Es que construir el Canal de Panamá fue desafiar a la naturaleza, pues el objetivo principal consistió en unir el mar Caribe con el Pacífico rompiendo unas montañas. Todo con el fin de reducir los tiempos de navegabilidad de los barcos, que se ahorrarían una distancia de 20.000 kilómetros; y así evitar las peligrosas rutas alrededor del extremo sur del continente sudamericano.
Las primeras ideas sobre el Canal surgieron en 1534, gracias a Carlos V de España, quien ordenó el primer estudio sobre una propuesta para una ruta canalera a través del Istmo de Panamá. Sin embargo, después de eso pasaron más de tres siglos.
En 1880, ingenieros franceses trabajaron por 20 años para lograr la construcción, pero fallaron. Las enfermedades y los problemas financieros provocaron que fuera inviable su construcción en ese momento. De hecho, se estima que más de 20.000 trabajadores murieron por enfermedades como cólera y malaria. Además de accidentes laborales por la inestabilidad del terreno.
Décadas después, en 1903, Panamá y Estados Unidos firmaron un tratado para que el Gobierno estadounidense construyera el canal. Fue así como Estados Unidos compró a la Compañía Francesa del Canal de Panamá sus derechos y propiedades por $ 40 millones y comenzó la construcción.
El megaproyecto tardó 10 años en construirse y costó unos $387 millones de dólares, incluyendo los 10 millones de dólares pagados a Panamá, y 40 millones a la Compañía Francesa por los derechos del Canal. Desde 1903, Estados Unidos ha invertido cerca de $3 mil millones en la empresa canalera, de los cuales aproximadamente dos tercios fueron recuperados.
“Su exitosa culminación se debió mayormente a las destrezas en ingeniería y administración de hombres tales como John F. Stevens y el coronel George W. Goethals, y a la solución de inmensos problemas de salubridad por el coronel William C. Gorgas.”, explican en la página web del Canal.
Así funciona su operación
En 1977, Estados Unidos y Panamá se unieron en una asociación para la administración, operación y mantenimiento del Canal. De acuerdo con dos tratados firmados en una ceremonia en las oficinas de la OEA en Washington, D.C., el 7 de septiembre de 1977, el Canal debía ser operado hasta el final del siglo bajo arreglos diseñados para fortalecer los lazos de amistad y cooperación entre los dos países.
La Comisión del Canal de Panamá, una agencia del gobierno de los Estados Unidos, operó el Canal durante la transición de 20 años que comenzó a partir de la implementación del Tratado del Canal de Panamá el primero de octubre de 1979.
El 31 de diciembre de 1999, la República de Panamá asumió la responsabilidad total por la administración, operación y mantenimiento del Canal de Panamá. Es decir, el Gobierno panameño es el encargado de velar por el optimo funcionamiento del canal.
Actualmente la operación del Canal de Panamá está en riesgo por una sequía, pues las lluvias son claves para que las esclusas se llenen y los barcos se puedan elevar hasta 26 metros sobre el nivel del mar, y luego son conducidos al lago Gatún, el punto más ancho del canal.