Estados Unidos está viviendo uno de sus otoños más violentos de los últimos años. Los homicidios, el hurto y otras formas de violencia han crecido significativamente esta temporada, de acuerdo con los informes oficiales, aunque no es un fenómeno reciente, pues todo indica que la ola de violencia empezó hace 18 meses, precisamente en mayo del año pasado, unos meses después de que iniciara la pandemia de covid-19.
Álex Villanueva, el sheriff de Los Ángeles, dijo hace un par de días que los homicidios han aumentado un 16 %, mientras que el asalto agravado lo ha hecho un 23 %, según recoge el diario El País de España.
Para el oficial, la obligación de los policías de vacunarse contra la covid-19 ha sido un motivo del alza de los actos de violencia en la ciudad. ¿Por qué? Porque cerca de 650 hombres se han retirado de la institución, de más de 18.000 personas en total, en un momento en el que cada vez es más riguroso el control sobre la inmunización.
“Es un peligro inminente a la seguridad pública”, aseguró, y añadió que “el mandato causará una significativa baja en las patrullas. Tendría que tomar medidas drásticas para reducir los servicios. Las unidades especializadas, incluida la aérea y la oficina especial, además de la oficina central de detectives, estarían cerca de desaparecer”, dijo Villanueva a principios de mes.
Según detalló El País, durante las próximas semanas, cerca de 4.000 empleados saldrían de la oficina, en la cual el porcentaje de inmunización es del 52 %.
Homicidios suben 70 % en algunos distritos
Los datos de la oficina del Sheriff muestran que en el distrito de Long Beach, al sur, la subida de los homicidios fue del 73 %, mientras que en los barrios del centro, en donde la población es mayoritariamente negra, la escalada de muertes ha crecido un 60 %.
Hasta la fecha se han reportado unos 320 homicidios y aún faltan los datos de noviembre, por lo que es posible que con la suma de este mes se superen los 355 de 2020, que fue el año más violento de toda la década. Si llega a 400, será el más violento en 15 años.
La Policía atribuye los crímenes a las pandillas de la ciudad, pues desde que inició la pandemia de covid-19 se disminuyeron las ayudas para las comunidades más vulnerables, principalmente negras e hispanas, que son las que más víctimas han aportado a las estadísticas.
En lo corrido del año, hubo un aumento del 46 % en las muertes violentas de latinos, mientras que el aumento de homicidios de las muertes de la comunidad afro fue del 27 %, quienes son el 9 % de la población de la ciudad.
Cabe mencionar que, entre los blancos, que son el 49 % de la población de Los Ángeles, solo aumentó en un 8 % el número de asesinatos.
Pero este no es un fenómeno exclusivo de California, pues la violencia se ha extendido a todos los estados del país, justamente desde la muerte de George Floyd a manos de un policía, lo cual desató un duro choque cultural entre varias comunidades del país.