Una de las catástrofes naturales que más estragos causa y por la que han perdido la vida millones de personas en el mundo son los terremotos. Durante el nuevo milenio, la presencia de sismos ha sido notoria. Por ejemplo, en México hace días ocurrió uno de estos eventos que causó preocupación y alerta.
De acuerdo con CNN, hay un lugar del planeta en el que mayoritariamente ocurren terremotos y se trata del el Cinturón de Fuego del Pacífico. Con al menos 40.000 kilómetros, esta zona rodea a los Andes, la costa oeste de México, Estados Unidos y Japón.
También conocido como el anillo de fuego, los conocedores geológicos indican que en este hay varias placas tectónicas, definidas como “losas macizas de la corteza terrestre que están en movimiento” y al tener un encuentro con las plazas continentales chocan, produciendo un evento que en geología se llama “subducción”.
En otras palabras, el evento puede dar paso a erupciones volcánicas y terremotos directos hacia la zona específica. “Los choques y los deslizamientos también pueden suceder entre las placas que se encuentran en la superficie del océano, produciendo sismos y volcanes allí”, publicó el citado canal estadounidense. Dichas placas oceánicas, son las placas del Pacífico y las de Filipinas: Juan de Fuca, Cocos y Nazca.
Felipe Matthew, geólogo chileno, estuvo en entrevista con CNN en Español y abordó la situación desde su país, comentó que los terremotos son relacionados con “fracturas que pueden ocurrir producto de la placa que viene desde el Pacífico que se está metiendo debajo de la placa continental”.
Al haber el mencionado producto, el proceso ejerce una gran presión que puede resultar en una megafractura que da inicio a los terremotos.
De ahí que el Anillo del Fuego del Pacífico siempre se mantenga activo, puesto que las placas permanecen moviéndose. Un ejemplo de esto es la placa de Nazca, de la zona oriental marítima, la cual Matthew detalla que se mueve entre tres y cinco centímetros al año. Puede que parezca una cifra numérica menor, pero el investigador dice que “esta placa que se encuentra frente a la costa chilena es la que se mueve con más rapidez”.
Asimismo, “no es frecuente que haya grandes terremotos al unísono en áreas diferentes: en Ecuador, Perú y Chile”, agregó el geólogo. Esto quiere decir que la fracturas pasan, pero de forma independiente.
Algo curioso y a la misma vez que llama la atención es que cuando en Chile no se registran movimientos de las placas durante años, que conducen a un temblor, la preocupación de los expertos comienza a hacerse notoria.
Felipe Matthew explicó que significa acumulación de energía por falta de movimiento, lo que da a entender que si sucede por un tiempo prolongado, “teóricamente aumenta las posibilidades de que en un momento dado haya un terremoto de mayor magnitud, ya que el terremoto es, en definitiva, una violenta liberación de energía”, consideró el conocedor y analista del tema.
“Ojalá nosotros tuviésemos temblores todos los días. Grado cinco, grado cuatro, grados tres (...). En la medida en que yo vaya liberando energía, las posibilidades de que se acumule energía disminuyen, obviamente. Y eso hace que disminuya la posibilidad de un terremoto más grande”, agregó.
Cabe señalar que en la región del Cinturón de Fuego del Pacífico se han dado terremotos que involucran la historia reciente. Por ejemplo, figuran las catástrofes sísmicas en Chile (1960 y 2010), Alaska (1964) y Japón (2011). De igual manera, el tsunami devastador del océano Índico (2004).
Luego del Cinturón de Fuego del Pacífico, CNN consiga que la zona más propensa para tener terremotos es el Cinturón Alpino, el cual se ubica por el Mediterráneo, al este de Turquía, Irán y el norte de la India. El Servicio Geológico de Estados Unidos dice que en esta segunda región, se producen entre el 5 y 6 % de los terremotos en el mundo.