Una herencia universal de 20.000 euros o transporte gratuito para los jóvenes, grandes inversiones para combatir la falta de agua... Los candidatos a las elecciones legislativas del 23 de julio en España han multiplicado sus promesas desde el primer día oficial de la campaña electoral.
Durante la presentación de su programa en Madrid, el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, pidió el apoyo del electorado para darle fuerza a una campaña en la que los sondeos lo sitúan por detrás de la derecha. “En esta contienda necesitamos muchos más apoyos”, admitió Sánchez, quien solicitó “el voto de la España rural y urbana”, pero también de “quienes votaron a otras opciones políticas”.
El socialista tratará de seducir a los electores que apoyaron al Partido Popular (PP, derecha) en las elecciones municipales y regionales del 28 de mayo, pero que “se sienten avergonzados” por las alianzas que ha sellado desde entonces el PP con el partido de extrema derecha Vox para gobernar varias ciudades y regiones del país.
Paralelamente, desde Sevilla (sur), el jefe del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió a los electores que le concedan una mayoría absoluta, para permitirle gobernar “en solitario”, sin depender de Vox. A horas de las elecciones, convocadas por Sánchez el día después de la derrota de la izquierda el 28 de mayo, la derecha sigue siendo la gran favorita, según los sondeos de opinión.
Desde la izquierda, sin embargo, esperan conseguir una remontada para la que pretenden alentar una movilización del electorado moderado alarmado por la posible entrada al gobierno de la extrema derecha. Según un sondeo publicado por el diario El País, el avance del PP se habría reducido y ya no lograría la mayoría absoluta pactando con Vox.
Este escenario abriría la puerta a una repetición electoral, excepto si la izquierda logra reunir suficientes apoyos de los independentistas vascos y catalanes para mantenerse en el poder.
“Herencia universal”
En su búsqueda de apoyos, la izquierda multiplicó el viernes sus promesas para estimular la economía y reducir la desigualdad, en un país muy marcado todavía por una fuerte precariedad, a pesar de registrar un crecimiento dinámico (5,5% en 2022).
Pedro Sánchez prometió así la gratuidad de la matrícula universitaria para los estudiantes que aprueben sus exámenes a la primera, además del transporte público sin pagar hasta los 24 años, una medida cuyo coste no fue precisado.
La líder de “Sumar” ─la ministra comunista de Trabajo Yolanda Díaz, ahora al frente de esta coalición que agrupa a 15 formaciones de la izquierda radical─ detalló igualmente la medida clave de su programa: una ayuda de 20.000 euros (unos 21.900 dólares) que se concedería a todos los jóvenes que la solicitaran entre los 18 y 23 años, sin requisitos de ingresos.
Esta cantidad, presentada como una “herencia universal”, busca reducir las desigualdades de patrimonio, permitiendo a todos los jóvenes que financien sus estudios, unas oposiciones o la creación de un negocio. Con un coste estimado de unos 10.000 millones de euros, la ayuda se financiaría, en parte, con un impuesto sobre las fortunas.
Desde Sevilla, en Andalucía, una de las regiones más áridas del país, Alberto Núñez Feijóo prometió de su lado una inversión masiva de 44.000 millones de euros para resolver los crecientes problemas provocados por la falta de agua en el país.
El “pueblo pide agua”, afirmó el favorito de los sondeos, que en las últimas semanas prometió “traer el agua adonde no la hay”. Por considerar que es posible compensar la escasez de recursos con la construcción de nuevas infraestructuras, Feijóo fue acusado de “negacionismo climático” por la izquierda y las organizaciones ecologistas.
Estas promesas se producen al tiempo que España, que se encuentra entre los países más endeudados de Europa, se ha comprometido a llevar su déficit público al 3% del PIB en 2024, después del 4,8% de 2022 y el 3,9% esperado para 2023, con la intención de regresar a los objetivos exigidos por los tratados europeos.
*Con información de AFP.