Casi dos semanas después del inicio de los desordenes en las calles de varias ciudades francesas, a causa de la muerte de un joven por parte de la Policía, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, dio a conocer el saldo de daños de estos episodios que le han dado la vuelta al mundo.
En una comparecencia ante el Senado, el alto funcionario explicó que los furiosos manifestantes, en su mayoría jóvenes, han incendiado 2.508 edificios y 12.031 automóviles.
De las construcciones afectadas, explicó, 273 eran comisarías de Policía.
Asimismo, se han registrado 23.178 incendios en las vías públicas.
Dijo además que han sido detenidas 3.505 personas, entre las cuales la edad promedio oscila entre los 17 y los 18 años.
El arrestado más joven tiene 11 años y el más viejo, 59.
El informe arrojó además que 10 por ciento de estos detenidos son extranjeros y que 60 por ciento no mostraban antecedentes de problemas con la justicia.
De otro lado, el gobierno también informó cómo la justicia se está moviendo alrededor de las personas involucradas en los disturbios.
Según Olivier Véran, vocero gubernamental, a 990 detenidos ya se les inició un proceso en aras de una próxima lectura de cargos.
También se han llevado a cabo 480 juicios a través del mecanismo de comparecencia inmediata, que busca agilizar los procesos judiciales si las condiciones lo permiten.
Un resultado parcial de estos juicios es el encarcelamiento de 366 acusados.
Eso sí, aclaró la prensa local, los menores de edad no pueden ser sometidos a este tipo de procesos.
La turbación del orden público se originó cuando un policía hirió de muerte a un joven, identificado solo como Nahel B, quien intentó burlar un control cuando iba al volante de un carro sin permiso para conducir.
Al respecto, el ministro Gérald Darmanin corroboró que este representante de la policía, en efecto, incumplió los parámetros de una ley de 2017 que extendió el uso de armas para infractores que desconocen un control policial y pueden poner en riesgo la integridad tanto de otros conductores como de los miembros de la Policía.
Esta medida, como lo recordaron medios locales, ha sido blanco de serias recriminaciones por parte de la izquierda.
Específicamente, esta vertiente política exige que se le introduzcan cambios, pues su aplicación ocasionó 12 muertes el año pasado, debido a que dio paso a un uso más frecuente de armas de fuego por parte de la Policía.
En respuesta, esta última, refutó ese argumento. No es que sus agentes ahora disparen más, sino que ha crecido el número de conductores que no respetan los controles, explicó.
De otro lado, la justicia francesa decidió este jueves mantener en prisión preventiva al policía que mató a Nahel B y quien niega haberlo amenazado.
El agente de 38 años, en prisión preventiva desde el 29 de junio por homicidio voluntario, seguirá detenido, indicó a la AFP una fuente próxima al caso tras una decisión del tribunal de apelación de Versalles, al suroeste de París.
La investigación sobre las circunstancias de la muerte sigue su curso y estudia en particular el video que captó el control de tránsito y el drama.
Ante los investigadores, el policía niega haber pronunciado la frase: “¡Vas a recibir una bala en la cabeza!”, que parece escucharse en el video tomado por un transeúnte, según el informe de su audición consultado por el diario Le Parisien.
Según esta fuente, el agente aseguró haber gritado al joven que conducía sin permiso que apagara el carro, tras detenerlo por conducción peligrosa.