La presión económica ha impulsado a muchos jóvenes a retrasar o incluso revertir su independencia, convirtiéndolos en la conocida ‘generación boomerang’. Las razones detrás parecen ser la dificultad para acceder a una vivienda asequible, el aumento del coste de la vida y la precariedad laboral, como los principales factores que obligan a estos jóvenes a regresar al hogar familiar tras el fracaso de la frustración.

“Es un mazazo, da mucha rabia porque piensas dónde has estado antes”, confiesa Juan, de 36 años a El Mundo. Su historia parecer ser un reflejo de una realidad cada vez más común, que tras varios años de independencia, la crisis económica le obligó a volver a casa de sus padres al no poder conseguir los objetivos trazados.

Según distintos expertos, la discontinuidad en la carrera laboral, ya sea por desempleo o por una reducción de ingresos, es una de las principales causas de este fenómeno, pero se cree que la razón principal son los altos precios de vivienda que impiden una estabilidad de hogar para los jóvenes.

La compra de vivienda y la falta de oferta laboral tiene a los jóvenes españoles en crisis. | Foto: SEMANA

Carlos, de 29 años, comparte esta experiencia también al diario español. Tras finalizar sus estudios, se mudó a otra ciudad por una oportunidad laboral, pero la imposibilidad de ahorrar para una entrada y los altos alquileres le obligaron a regresar a su ciudad natal. “No conseguía ahorrar como para poder meterme en una entrada de un piso sin que ello significase llevar vida de monje”, relata.

El último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE) revela la magnitud del problema. Desde 2008, el salario mediano de un joven ha subido un 6,1%, mientras que el precio del alquiler lo ha hecho un 40,7%. Como consecuencia, la tasa de emancipación en España se sitúa en el 17% y la edad media para abandonar el hogar familiar es de 30,4 años.

“No quiero un piso de lujo”, afirma Juan, quien busca ahora vivienda junto a su pareja tras no lograr estabilizarse al salir de casa de sus padres. La situación inmobiliaria en su ciudad es “imposible” y una hipoteca, aunque más viable, sigue siendo un gran desafío con su salario actual.

Muchos jóvenes han tenido que regresar a casa de sus padres tras no poder asentarse en la independencia. | Foto: 123 RF/ El País

El informe del CJE destaca que el precio de los alquileres en 2023 subió 2,5 veces más que los sueldos de los jóvenes. “A día de hoy no me planteo volver a alquilar nada, creo que no es viable con un único sueldo”, asegura Carlos.

La subida de los precios en el país ibérico afecta incluso a las habitaciones compartidas, que representan en promedio el 36,2% del salario de los jóvenes. A esto se suman los gastos de alimentación y demás gastos diarios, que alcanzan los 163,61 euros mensuales (alrededor de 753 mil pesos colombianos), poniendo en crisis a jóvenes españoles, pero que pareciera ser algo que ocurre en todo el mundo.

La dificultad para acceder a una vivienda asequible y los bajos salarios han convertido la emancipación en un objetivo cada vez más lejano para muchos jóvenes españoles. La generación boomerang refleja la precariedad de un sistema que dificulta la construcción de proyectos de vida independientes.