Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia. Con casi 2,5 millones de contagios en total y más de 120.000 muertes, lidera la tabla a nivel mundial y, por el momento, la situación no parece mejorar. Al alud de casos positivos y decesos se le suma el terrible impacto en la economía estadounidense, especialmente en la tasa de desempleo. En mayo esta alcanzó a ser del 13,3 %, lo que representa casi 50 millones de desempleados a raíz de la pandemia. Esto, sin duda, fue un fuerte golpe contra Donald Trump, pues la economía era hasta hace pocos meses su principal fuerte. A pesar de que en el país empezó una reactivación económica gradual, la situación no da tregua y al magnate se le está saliendo de las manos.
A raíz de esta situación, el presidente prohibió en abril la visa de trabajo para inmigrantes, conocida como ‘green card’, por 60 días inicialmente. Este lunes, sin embargo, extendió la medida hasta fin de año, aunque puede que sea más. También suspenderá la emisión de miles de visas para trabajadores. Cientos de miles de personas se verán gravemente afectadas por esta medida. En primer lugar, restringe la visa de trabajo H-1B, que les permite a las empresas americanas contratar empleados extranjeros para cargos específicos, especialmente aquellos relacionados con tecnología y programación y otros cargos de alto nivel. También afectará a quienes tienen visa H-2B para empleos menos cualificados como en el sector turístico y de hotelería. El mismo Trump ha usado este tipo de visas para contratar trabajadores en sus hoteles. Afecta, además, a personas que buscan trabajo para el verano, como estudiantes que están en este país por intercambio o como los llamados ‘au pair’, un programa en el que jóvenes extranjeros viajan para cuidar niños en casas de estadounidenses. En este último caso particular, las familias podrían solicitar una excepción para que la persona pueda entrar al país para cuidar a sus hijos. El gobierno examinará caso por caso, pero no garantiza nada.
Con miras a su reelección, el presidente Donald Trump afirma que esta medida ayudará a generar más trabajos para los estadounidenses y así mejorar la economía, muy golpeada por el coronavirus. También cumple con una de sus promesasde campaña de 2016: limitar el flujo migratorio en el país. Foto: AP. Las multinacionales americanas que suelen transferir empleados extranjeros para ocupar cargos ejecutivos tampoco podrán hacerlo durante este tiempo, y a las esposas de los empleados extranjeros en estas empresas también las afectará esta medida. Limitar la entrada de extranjeros a los Estados Unidos fue uno de los planes de Trump desde su campaña y ya ha tenido varios acercamientos para lograrlo, como la construcción del polémico muro en la frontera con México y ahora la suspensión de visas aprovechando la coyuntura de la pandemia. Miles de sus votantes republicanos lo apoyan precisamente por sus políticas antiinmigrantes, así que el magnate ve esta medida como una buena oportunidad para fortalecer su candidatura, muy golpeada desde la llegada del coronavirus.
Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, el mandatario quiere compensar el duro golpe que ha tenido la economía por estos días, pues con esta suspensión de visas de trabajo para extranjeros la Casa Blanca afirmó que habrá más trabajo para los americanos. Sin embargo, muchos creen que el presidente y Stephen Miller, consejero superior de Trump y artífice de su política antiinmigratoria, están muy equivocados si creen que extender la medida ayudará a mejorar la economía estadounidense. “Poner un letrero de ‘no bienvenido’ a ingenieros, ejecutivos, expertos en desarrollo de software, doctores, enfermeras, entre otros, no ayudará al país, lo detendrá”, le dijo Tom J. Donohue, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, al diario ‘The New York Times‘. A su vez, afirmó que “los cambios restrictivos en el sistema de inmigración de nuestra nación impulsarán la inversión en el extranjero, frenarán el crecimiento económico y reducirán el empleo”.
Miles de empresarios también se han manifestado en contra de esta extensión, pues el grueso de sus trabajadores son extranjeros que llegan a Estados Unidos en busca de una mejor vida. Para las grandes empresas, la medida limitará la posibilidad de reclutar trabajadores que tengan habilidades específicas para realizar trabajos que los americanos no sepan hacer o, como pasa en la mayoría de las ocasiones, no quieren hacer. Algunas fuentes de la Casa Blanca han afirmado que esta medida que parece coyuntural por la pandemia es solo el inicio de varias reformas estructurales en las leyes migratorias de Estados Unidos. Dentro de los cambios podría estar que las visas de alta calificación solo sean otorgadas a trabajadores con sueldos altos con el fin de evitar que las grandes empresas contraten extranjeros para trabajos administrativos que podrían hacer los estadounidenses. Además, esto podría tener consecuencias en los solicitantes de asilo, quienes al ver que hay pocas oportunidades de empleo, se retractarían de pedir asilo al gobierno norteamericano.