Las relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos se mantienen en un nivel intermedio y, a pesar de algunos acercamientos, no se ha avanzado lo suficiente para pensar en unas relaciones bilaterales, sobre todo en medio de la discusión sobre los proyectos nucleares.

En medio de esas tensiones y acercamientos, se conocieron algunas exigencias que haría el gobierno de Corea del Norte antes de reanudar las conversaciones sobre desnuclearización con EE. UU., las cuales pasan por el levantamiento de algunas sanciones comerciales internacionales.

Así lo han revelado dos legisladores surcoreanos que participaron en una sesión informativa con el jefe del Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur (NIS), Park Jie-won.

De acuerdo con la versión entregada a algunos medios de comunicación por Ha Tae-keung, miembro del comité parlamentario de inteligencia, “como condición previa para reabrir las conversaciones”, Pionyang exige a Washington que permita “las exportaciones de minerales y las importaciones de petróleo refinado y de artículos de primera necesidad”.

Según detalló, entre los “artículos de primera necesidad” que desean las autoridades norcoreanas incluyen “licores y trajes de clase alta, no solo para el consumo de Kim Jong-un, sino para distribuirlos entre la élite de Pionyang”.

Entre tanto, Kim Byung-kee, otro legislador surcoreano, señaló que Corea del Norte parece haber “albergado descontento” con EE. UU. por no ofrecerle concesiones a cambio de la suspensión de las pruebas nucleares y de misiles balísticos intercontinentales.

Dijoque Washington “debería poder traerlos de vuelta al diálogo reajustando algunas sanciones”, señaló Kim citando a Park.

El jefe del NIS también aboga por un enfoque “flexible” en la cuestión de los ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y EE. UU., según el legislador.

Los dos parlamentarios pudieron constatar, así mismo, que Corea del Norte sufre escasez de alimentos y ha recurrido a alimentar a sus ciudadanos con arroz reservado para uso en tiempos de guerra.

El legislador Ha Tae-keung aseguró que el líder norcoreano Kim Jong-un y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, han expresado su voluntad de reconstruir la confianza y mejorar los lazos desde abril, y que fue el líder norcoreano el que pidió restablecer las líneas directas.

Estas revelaciones fueron hechas luego de que el Ministerio de Unificación surcoreano anunciara que los ejercicios militares conjuntos con EE. UU., previstos para este mes, “no deberían ser utilizados como una oportunidad para elevar las tensiones en la península de Corea bajo ninguna circunstancia” y que Seúl aborda el asunto “de manera sabia y flexible”.

La portavoz ministerial Lee Jong-joo afirmó a periodistas que “se harán esfuerzos” para evitar que esos ejercicios militares agudicen la crisis entre EE. UU. y Corea del Norte, los cuales calificó de “hostiles”.

Las dos Coreas están en conversaciones para celebrar una cumbre como parte de los esfuerzos para restablecer las relaciones, luego de su conflicto de 1950-1953 que terminó un alto el fuego.

En junio de 2020, Corea del Norte cortó todas las líneas de comunicación con Corea del Sur en protesta por la supuesta incapacidad de Seúl para impedir que activistas de ese país enviaran al norte folletos de propaganda contra las autoridades de Pionyang.

Corea del Norte quiere que se levanten ciertas sanciones comerciales internacionales antes de reanudar las conversaciones sobre desnuclearización con EE. UU. | Foto: Agencia Central de Noticias de Corea del Norte.

Hace apenas una semana, los dos países anunciaron un acuerdo para restaurar sus comunicaciones, más de un año después de que Pyongyang suspendiera todos los contactos entre ambos vecinos.

Los gobernantes de las dos Coreas intercambiaron cartas personales desde abril para mejorar los vínculos y acordaron restaurar las líneas de emergencia como primer paso, dijo la Presidencia surcoreana en un comunicado.

La suspensión se dio en un momento de estancamiento en las relaciones entre las dos Coreas, pese a tres reuniones entre los gobernantes Kim Jong-un, del Norte, y Moon Jae-in, del Sur.

“Según el acuerdo entre los gobernantes, el Norte y el Sur tomaron la medida de volver a operar todas las líneas de comunicación intercoreanas” a partir de este martes, informó la agencia noticiosa oficial norcoreana KCNA.

Agregó que “los dos gobernantes también acordaron restaurar la confianza mutua entre las dos Coreas lo antes posible y avanzar nuevamente con la relación”.

El presidente surcoreano ha sido señalado como el artífice de la primera cumbre entre Corea del Norte y un presidente estadounidense, en junio de 2018 en Singapur.

Pero Pyongyang cortó gran parte del contacto con Seúl tras el colapso de una segunda cumbre entre Kim Jong-un y el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, en Hanói, que dejó paralizadas las conversaciones nucleares.

EE. UU. aplaudió el acuerdo

“Se trata de un paso en la buena dirección. La diplomacia y el diálogo son esenciales para establecer una paz duradera y la desnuclearización de la península coreana”, afirmó la portavoz del Departamento de Estado, Jalina Porter.

Desde que Joe Biden llegó a la Casa Blanca, Pyongyang y Washington han mantenido sus relaciones en una actitud de “esperar y ver”, luego de los altibajos diplomáticos de la era Trump, cuando se dieron tres cumbres sin ningún acuerdo para desmantelar el arsenal nuclear del Norte.

Kim dijo en junio que Pyongyang se debe preparar para “diálogo y confrontación” con Washington, con especial énfasis en el segundo.

La Casa Blanca prometió “un abordaje práctico, calibrado” en una reciente revisión de su estrategia por persuadir al empobrecido Norte de desistir de sus programas de armas nucleares y balísticas.

Sung Kim, principal diplomático estadounidense a cargo de Corea del Norte, dijo en junio que Washington está listo para reunirse con Pyongyang “donde sea, cuando sea, sin precondiciones”.

Pero Kim Yo-jong, hermana y consejera de Kim Jong-un, descartó la oferta.

Analistas comentaron que la reanudación de las líneas de emergencia intercoreanas son una señal de la respuesta inicial de Kim a la oferta de diálogo de Washington.

“Parece que él decidió que restaurar las relaciones intercoreanas es beneficioso para las políticas internas y externas del Norte”, dijo a la AFP Yang Moo-jin, profesor de la Universidad de Estudios Norcoreanos.

Agregó que, pese al estancamiento en las conversaciones, Moon ha insistido en la importancia de restaurar los vínculos intercoreanos.

“Esto debe interpretarse como una primera respuesta de Kim Jong-un a Seúl y Washington”, indicó Yang.

Con información de la AFP.