En medio de la sequía que ha comenzado a afrontar por estos días buena parte del territorio de Argentina, en el sur del continente, se han encendido las alarmas en los sectores de producción de carne y lácteos, debido a las consecuencias que puede traer para ellos la señalada condición, en tanto ello traduce en la escasez de alimento para el ganado vacuno, lo que avizora una crisis en el sector ganadero.
En ese sentido, si bien los ganaderos han comenzado a reportar que buena parte de los territorios destinados para la cría de ganado ya han comenzado a enfrentar la escasez, las proyecciones climáticas, advierten que esta situación podría agravarse aún más con el pasar de las semanas, lo que representaría importantes pérdidas para el bolsillo de los ganaderos en el mediano y corto plazo, lo que a su vez es un fuerte impacto para la economía argentina, dada la importancia de este sector.
¿Por qué se afecta el sector ganadero con las sequías?
La sequía, además de significar la falta de agua para el ganado, debido a la inexistencia de lluvias, también traduce en que los pastos, usados como alimento para estos animales, comienzan a escasear, habiendo impactos también en la producción agrícola de otros alimentos también usados para la cría del ganado, como el caso del maíz.
Según recogen medios locales en Argentina, el impacto sobre el sector ganadero es mayúsculo, si se tiene en cuenta que el impacto de la sequía opera no sólo sobre las cabezas de ganado actuales, sino también sobre las futuras, más aún cuando la emergencia se presenta en tiempos en que está programada la temporada de nacimientos de terneros, momento en que las vacas requieren muy buena alimentación para su recuperación, y para la primera etapa de cuidado de las crías.
Así, el stock futuro también se ve comprometido, o supeditado a la capacidad para evitar las muertes de terneros.
De acuerdo con expertos citados por medios locales en Argentina, la afectación del sector ganadero podría fijarse en cerca del 75%, lo que traduce en que 1 de cada 4 vacas en Argentina padecerá la sequía y el hambre derivada de ella, lo que tiene efectos directos sobre la producción de carne, uno de los sectores más fuerte de la economía de ese país.
No obstante, según los expertos, el porcentaje de afectación podría crecer aún más, de no presentarse nuevas lluvias, lo que haría que el nivel de afectación para el sector pudiera llegar incluso al 90%.
Para los expertos, Argentina debe prepararse para afrontar una crisis similar a que la ya vivió el sector en los años 2008 y 2009, donde el stock vacuno representó pérdidas de cerca de 10 millones de cabezas de ganado, según refieren medios argentinos, y el sector se vio incluso obligado a proyectar la cría de menos vacas, pasando de 13 a 11 millones de cabezas de ganado.
En cuanto a los sectores más afectados, se encuentra la Pampa argentina, centro de la sequía, zona del país que, además de vivir la actual crisis, se encontraba en proceso de recuperación de traspiés precedentes.
“La crisis podría ser más grave a medida que las lluvias no lleguen”, afirman expertos del gremio ganadero en Argentina en declaraciones referidas por medios locales.
En ese sentido, el gremio de los ganaderos ha comenzado a plantear salidas a la crisis que se avizora, encontrando en que una de ellas podría radicar en que los entes gubernamentales incentiven aún más la posibilidad de la exportación de sus productos cárnicos, con el objetivo de propender por un escenario, en el corto plazo, que les permita, sin pérdidas, de ocuparse del cuidado de menos ganado, apuntando a que los recursos disponibles alcancen para la alimentación del ganado existente.
Lo anterior, es referido por los expertos como “bajar la carga animal”.
Los expertos advierten que la estrategia tendría como factor la baja en los precios, debido a la sobre oferta de carne en el mercado local, por lo que se hace necesario que la medida esté acompañada de la exportación, así, la sobre oferta en Argentina, podría estar mitigada por la destinación de parte de esa carne, a los mercados internacionales.
Los expertos advierten que la medida solo es atractiva, en la medida en que se logre que la baja de los precios no sea tan drástica, evocando medidas que ya se habían incorporado en años con 2009, donde el sector adelantó la que conocen como una ‘mega liquidación’.
El garantizar que los precios en los que se pueda vender esa carne no sea tan bajo, es un factor clave para que los ganaderos aceptan la estrategia de reducir sus existencia de cabezas de ganado, de forma que resulte más rentable venderla, que perderla.
Debido a la crisis de las sequía, no solo se ve afectado el sector de producción de cárnicos, sino también el lechero, que requiere de una buena alimentación de las vacas, con pastos naturales.
En ese sentido, entidades como la OCLA, Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, citado por medios locales, ha referido el inicio de un estancamiento en la producción durante el pasado mes de septiembre, donde, pese a tener valores positivos frente a agosto, si refiere, una contracción frente a las cifras históricas.
Expertos advierten que si bien las reservas de alimentos podrían ser consumidas para solventar la crisis actual, el problema estaría referido a futuro, donde la inexistencia de las reservas de los insumos repercutirá en una nueva crisis, en tanto la escasez de estos, también repercute en que el precio a futuro también suba.