Este martes, 16 de abril, el FMI pronosticó un crecimiento global del 3,2% para este año y el próximo, destacando la resiliencia económica en países desarrollados como Estados Unidos y mercados emergentes como India y Brasil. La actualización de las perspectivas económicas mundiales apenas muestra cambios desde enero.
“A pesar de las previsiones pesimistas, la economía resiste y la inflación se acerca al objetivo”, dijo Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, señalando los desafíos como problemas en la cadena de suministro y la guerra en Ucrania. Aunque las tasas e inflación varían, la economía global se mantiene estable gracias al empleo y consumo.
En el caso de Estados Unidos, la mayor economía mundial, se espera un crecimiento del 2,7% este año, comparado con el 2,1% estimado hace tres meses. Gourinchas atribuye esto al aumento del empleo, la productividad y la demanda del consumidor. Sin embargo, en la zona euro, el crecimiento ha sido revisado a la baja, especialmente debido a la fragilidad en Alemania y Francia, aunque España es una excepción con un aumento del 1,9%.
Entre las economías emergentes, India y Brasil son las más afortunadas.
La demanda interna y el aumento de la población económicamente activa aúpan a India entre los países con más crecimiento del mundo: 6,8%.
El crecimiento en Brasil (2,2%, +0,5 pp sobre la previsión anterior) sería inferior al de 2023, debido a los efectos del ajuste monetario y la consolidación presupuestaria en curso, pero mejora sobre el dato de enero.
Por el contrario, la economía mexicana retrocede 0,3 pp a 2,4%, entre otros, por una contracción del sector manufacturero.
Las previsiones económicas del FMI para el resto de la región este año varían considerablemente: Bolivia crecerá 1,6%, Colombia 1,1%, Ecuador 0,1%, Paraguay 3,8%, Perú 2,5%, Uruguay 3,7% y Venezuela 4%. Centroamérica progresará por su parte 3,9% y el Caribe 9,7%.
Para Argentina, la organización financiera mantiene su previsión de enero: el PIB se contraerá 2,8% este año en medio del ajuste fiscal llevado a cabo por el gobierno del presidente ultraliberal Javier Milei, en un intento por restablecer la estabilidad macroeconómica.
El pronóstico para la inflación argentina es igual de pésimo. La organización proyecta que roce el 250% este año para bajar hasta casi 60% en 2025.
Tampoco cambian las previsiones para China, con un crecimiento esperado del 4,6% este año, señal de que la desaceleración de su economía continúa.
“Las debilidades observadas desde el año pasado son persistentes. Hay algunas preocupaciones debido al bajo consumo interno y debemos esperar que la actividad se mantenga moderada durante algún tiempo”, subrayó Gourinchas.
Al igual que en 2023, la economía rusa se mantiene sólida este año con una expansión proyectada de 3,2% (+0,6 pp sobre enero) pese a las sanciones internacionales. Rusia mantiene su maquinaria aceitada debido a la inversión pública en gasto militar para financiar la guerra en Ucrania.
El optimismo del FMI es a corto plazo. Para más adelante los pronósticos mundiales no son boyantes.
Las perspectivas están “por debajo del promedio anual histórico” de 2000 a 2019 del 3,8%”, lo cual refleja “políticas monetarias restrictivas y retiradas de apoyo fiscal, así como una baja productividad subyacente”, se lee en el informe conocido como WEO (World Economic Outlook), que el FMI difunde al comenzar sus asambleas esta semana en Washington.
Y a mediano plazo, en producción y comercio, las previsiones siguen siendo las “más bajas en décadas”.
Con información de AFP.