La denominación ‘Tercera Guerra Mundial’ ha estado presente por años; sin embargo, ha tenido una mayor presencia desde que se agudizó el conflicto entre Rusia y Ucrania. Las hostilidades, ad portas de cumplir un año, mantienen las alarmas encendidas de la comunidad internacional y de quienes temen que de la amenaza se pase a la materialización.
Las continuas confrontaciones entre tropas de Moscú y Kiev han representado un número de bajas sin precisión de las partes implicadas, mientras que otros países observan ‘desde las gradas’ cómo las tensiones se han situado, desde distintos lapsos, en un nivel mayor en el que el término ‘nuclear’ se incluye en los riesgos. Otros territorios sí han sentido una repercusión directa en términos, por ejemplo, de refugiados o suministro de gas.
Un ataque a escala global e inicialmente el uso de armas nucleares entre las naciones en disputa ha generado opiniones divididas no solo de expertos en acciones bélicas, sino también entre mandatarios y exgobernantes. Hace una semana, el exprimer ministro Boris Johnson consideró que el presidente ruso no usaría ese tipo de armamento.
¿Vuelve el riesgo nuclear?
“Tonterías. No va a utilizar armas nucleares. Es como el niño gordo de Dickens. Nos quiere poner la piel de gallina”, señaló el exlíder conservador porque, según él, se produciría una “parálisis” económica. Johnson consideró que ese escenario podría llevar a que China e India ‘den la espalda’ a Moscú.
En este punto de las maniobras militares continúa siendo impredecible quién se resultará vencedor en una contienda que ha dejado a un lado las salidas diplomáticas y la mediación externa. Ucrania sigue recibiendo armamento pesado que, para algunos analistas, tienden a reducir las probabilidades de un triunfo ruso, pero no garantiza tampoco la victoria para Zelenski.
“Las opciones de Putin serían atacar con armas balísticas de largo alcance o nucleares los buques norteamericanos que transportan ese material desde Estados Unidos hasta Europa, o interceptarlos con los mismos medios dentro de territorio europeo antes de que ingresen a Ucrania”, señaló el especialista en geopolítica, estrategia y defensa nacional, Luis Villamarín, en su portal.
“O lo que es peor: retaliar directamente contra Ucrania o cualquier país de la OTAN o generar un incidente de falsa bandera, con el cual desataría una tormenta de fuego nuclear”, agregó.
Desde China a Corea del Norte
El gobierno de Xi Jinping y Taiwán sitúan un escenario que también se mantiene en el radar, pues el ‘gigante asiático’ reafirma su posición de una sola China, mientras Taipéi ha expresado su temor de que sea blanco de una ‘invasión’ como la que adelantó Putin en Ucrania. Entre tanto, terceros países como Estados Unidos marcan un punto de inflexión.
Los choques entre estos tres actores se intensificaron hace algunos meses cuando la entonces vicepresidenta de la Cámara Baja estadounidense visitó la isla y desató la ira de China. En su momento, Taiwán prometió tomar “medidas decididas y contundentes” si el viaje se llevaba a cabo, lo que mantuvo elevado el panorama durante días.
A esa línea se suma que este jueves –26 de enero– el presidente Joe Biden ordenó prolongar dos años un programa con el que los residentes de Hong Kong en Estados Unidos, pueden permanecer en ese país una vez que expiren sus visas, informó AFP. Esto no descarta que la decisión incremente las tensiones entre Pekín y Washington, agudizadas también por las discrepancias comerciales y el respaldo chino a Rusia.
Otro conflicto que, durante 2022, encendió las alarmas compila a las dos Coreas que adelantaron maniobras militares en lo que supuso para cada una de las partes una amenaza.
En esa línea, el Comando de Naciones Unidas alertó que el despliegue de drones por parte de Pionyang y Seúl (al otro lado de la frontera intercoreana) representa una violación del armisticio acordado al finalizar la guerra en 1953, de acuerdo con Europea Press.