El tiempo sigue pasando y el virus pandémico de la covid-19 aún permanece latente en varios entornos, especialmente en algunos territorios de Asia que han registrado repunte de contagios.
Desde que se supo que la vida del ser humano estaba en peligro todos los países empezaron a aislarse. Ahora, tiempo después, se han creado alternativas como las vacunas para mitigar el impacto.
Políticos y líderes tuvieron que idear normativas; acciones de emergencia para los habitantes de cada lugar. Pero un análisis del periódico matutino británico The Telegraph dice que a los formuladores de políticas aún les falta mucho por aprender, a pesar de que ha habido lecciones de por medio con el coronavirus.
La covid-19 no es la única problemática que se puede percibir en el mundo, se vincula a la salud y además se entromete en otros sectores. Existe una denominada pandemia silenciosa de resistencia a los antimicrobianos (RAM).
Es así como surge la interrogante sobre qué es lo que está pasando con esta situación. De acuerdo con el citado medio, la batalla contra la RAM ha pasado a un segundo lugar, por lo que no se le ha dado el “espectáculo” que se necesita.
Aunque el coronavirus ha cobrado la vida de millones de personas, según la OMS y otros organismos. La publicación dice que “cinco millones de personas ya mueren cada año a causa de infecciones resistentes a los medicamentos”.
En efecto, si no se aborda el tema de la resistencia a los antimicrobianos, los expertos aseguran que el impacto podría llegar a ser mayor que el provocado por la covid-19.
El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos explica que si no hay una resistencia de antimicrobianos, estos no pueden actuar en contra de microorganismos como bacterias y moho, que crecen y generan enfermedades.
Desde 2014, un informe del Reino Unido sobre AMR propone que debe haber soluciones a las infecciones resistentes a los medicamentos, ya que si se aborda desde una perspectiva económica y social, el nombrado periódico de gran formato consigna que “la economía global podría perder $100 billones para 2050 si no se hace nada”.
Así las cosas, expertos estiman que se debe empezar a pensar en un plan de tratamiento, así este no tenga resultados adecuados y no esperar hasta que haya un impacto grande en la salud mundial, como pasó con el coronavirus.
El Gobierno del Reino Unido está tomando la delantera en esto con la prueba de un plan para incentivar tratamientos.
La acción de esta parte del mundo es que a “los productores de antibióticos experimentales en el Reino Unido se les está pagando actualmente 100 millones de libras esterlinas durante una década para producir estos próximos medicamentos sin importar cuántas dosis se usen. Este modelo garantiza ingresos para innovar y también protege al gobierno del Reino Unido de los altos costos si la resistencia se dispara”, publicó The Telegraph.
Por otro lado, en EE.UU. legisladores de los dos espectros políticos han presentado la Ley Pasteur, la cual consiste en proporcionar entre $750 millones y $3.000 millones por cada nuevo medicamento que se produzca durante la próxima década. No obstante, la propuesta se dio anterior a la pandemia y con cada cambio de mandatario hay diferentes acciones.
Por último, en el resto del mundo, se da a conocer que el tema estaría rezagado. Esto porque el análisis indica que a pesar de que la mayoría de los países tienen planes de acción nacionales para abordar la RAM, “menos de uno de cada cinco ha identificado fuentes de financiación para ellos”. Inclusive, naciones con ingresos bajos se han quedado atrás.
Así las cosas, la importancia de todo esto radica en incentivar la investigación vinculada a las propuestas de medicamentos que otros países necesitan.
El Centro para el Desarrollo Global está lanzando un grupo de trabajo, titulado Un Gran Acuerdo para la Adquisición de Antimicrobianos, el cual busca hallar desenlaces políticos óptimos para este problema que equilibren las diferentes necesidades de los países.