La invasión de Rusia a Ucrania que inició el 24 de febrero de 2022 y está cerca de cumplir 14 meses, se ha convertido en el mayor desafío a la paz de occidente en las últimas décadas. Ucrania y Rusia han sumado desde el inicio del conflicto miles de muertos, familias desplazadas han salido desde Ucrania a distintos rincones del mundo, y hasta niños ucranianos han sido llevados ilegalmente a vivir a Rusia.
Ahora a este trágico escenario, cuyas consecuencias finales para el mundo son aún impredecibles, debe sumarse el surgimiento de superbacterias.
El peligro de las superbacterias
Los supermicrobios son cepas de bacterias, virus, parásitos y hongos, que tienen la característica de ser resistentes a la mayoría de antibióticos y a otros medicamentos usados comúnmente para tratar las infecciones que causan, según explica la Clínica de Mayo.
En Estados Unidos por ejemplo, según los de los CDC, Centros de Control de Enfermedades, cada año estas bacterias resistentes a los medicamentos infectan a más de 2 millones de personas en todo el país y matan a por lo menos 23.000.
El peligro de infectarse con una superbacteria es que en muchos casos puede no encontrarse alternativa farmacológica para el tratamiento, pudiendo llegar en un alto porcentaje a la muerte del paciente.
Hace unas décadas las superbacterias se encontraban casi que confinadas en ambientes hospitalarios, en donde la gente en condiciones muy graves podía desarrollarlas. Ahora la situación es diferente, cada vez se hacen más comunes y su impacto, más impredecible.
Ucrania
La advertencia la han hecho un grupo de médicos alemanes. De acuerdo con el diario británico Sky News, el grupo de científicos ha encontrado que las bacterias tienen un terreno fértil para propagarse en el frente de guerra, entre los heridos que se encuentran en los precarios hospitales de campaña.
“Los heridos a menudo reciben un tratamiento quirúrgico y antibiótico subóptimo, en un contexto de falta de recursos y en condiciones no estériles en zonas de guerra y situaciones de emergencia, a veces durante semanas o incluso meses”, es lo que dice la especialista en medicina interna Maria Virginia Dos Santos, de la Universidad de Medicina Charité-Berlín, una de las instituciones europeas que ha tratado a cientos de heridos de guerra como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania y quien es citada por el diario español El País.
Antes de la invasión rusa a Ucrania, el país invadido ya reportaba el desarrollo de ciertas superbacterias, en parte generadas por el conflicto que se había vivido en el país, con Rusia, en la zona este, desde 2014.
La situación ahora se ha agravado, por el frecuente uso de antibióticos no específicos para las infecciones microbianas tratadas y por realizar muchas veces tratamientos que no se desarrollan completa y adecuadamente, como debe hacerse normalmente con estos fármacos, para evitar el desarrollo de resistencias nuevas.
Las superbacterias salen de Ucrania
De acuerdo con Sky News, que cita al Medical Press, el estudio demuestra que de los 47 pacientes heridos, que fueron evacuados de Ucrania al Hospital Universitario Charite de Berlín, en Alemania, 14 tienen bacterias multirresistentes.
Este grupo de heridos fue trasladado entre los meses de marzo y diciembre del año pasado, y es una muestra clara de que las infecciones por superbacterias no se han quedado recluidas en Ucrania. De hecho muchos heridos han sido trasladados desde Ucrania a otros países como Polonia.
El doctor Andrej Trampuz, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Universitario Charite de Berlín, afirma que la combinación de lesiones horribles y complejas e infecciones superbacterianas, había creado “la situación más difícil” que había experimentado en sus vida profesional, de 25 años como médico.
Procesos como estos ya se habían dado en conflictos como el de Irak, entre el 2003 y el 2011. La particularidad del conflicto en Ucrania es que más países se han involucrado en procesos como la recepción de heridos, así que la propagación de las superbacterias ha sido aún más veloz que en otros conflictos, como el de Irak.