El cruce de amenazas y ataques entre Irán y el llamado eje de la resistencia e Israel, respaldado por las más grandes potencias de Occidente, tienen en shock a buena parte del planeta. La seguidilla de ataques evoca la antigua regla del Código de Hammurabi conocida como la ley del talión: ojo por ojo, diente por diente. A días de que se cumpla un año del escalofriante ataque terrorista de Hamás en Israel, que dejó más de 1.200 muertos y tiene todavía casi 200 secuestrados, la región vive jornadas infernales.

La guerra que se ha registrado en el último año escaló cuando el pasado martes primero de octubre Irán lanzó más de 200 misiles balísticos hacia Israel. Las imágenes fueron impactantes. El cielo de Tel Aviv y Jerusalén se iluminó con una lluvia de estrellas mortales. Sin embargo, el 80 por ciento de los proyectiles fueron interceptados por el famoso sistema de defensa conocido como Cúpula de Hierro. Días después se supo que Estados Unidos ayudó con su ejército a evitar una catástrofe.

Al final, el saldo de esa arremetida parecía un milagro: dos heridos. “Empecé a escuchar las sirenas que no oía desde el año pasado, cuando comenzó la guerra. Y luego, en un momento, escuché como las bombas se detonaban en la Cúpula de Hierro, que es el sistema de defensa antimisil israelí, y destruía los cohetes y los misiles que enviaron los iraníes. Vivimos momentos muy fuertes”, narra a SEMANA el periodista David Rosenthal, quien estaba en Tel Aviv en el momento del ataque.

Los Guardianes de la Revolución de Irán reconocieron con júbilo el ataque y dejaron claro que se trataba de una venganza. “En respuesta al martirio del Ismail Haniye (líder de Hamás), de Hasán Nasrala (líder de Hezbolá) y de Abás Nilforushan (comandante de los Guardianes de la Revolución) apuntamos contra el corazón de Israel”. Agregaron que la nación judía “enfrentará ataques demoledores” con una “intensidad multiplicada”.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció también que responderían con fuerza. “Irán cometió un gran error esta noche y pagará por ello”, dijo. “Respetaremos la regla que hemos establecido: a quien nos ataque, nosotros lo atacaremos”, agregó.

En la rivalidad histórica entre Irán e Israel se cuenta la revolución islámica en los años setenta y la evidente enemistad entre musulmanes y judíos en Oriente Medio. La historia más reciente surgió desde los ataques de Hamás, el 7 de octubre de 2023, a territorio hebreo, dejando miles de muertos, cientos de secuestrados, y el inicio de la guerra en Gaza, en la que rápidamente el Gobierno del ayatola Alí Jamenei se puso del lado del grupo terrorista propalestino.

Esto se sumó al apoyo que la agrupación islámica recibió de Hezbolá, grupo paramilitar proiraní con sede en Líbano, financiado y abastecido por la república islámica, que en cuestión de semanas le declaró la guerra a Israel. Desde entonces han intercambiado ataques con misiles, algunas incursiones armadas en zonas fronterizas y una promesa mutua de mantener el conflicto hasta la destrucción del enemigo.

Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel. | Foto: 2012 Getty Images

Las tensiones escalaron a un primer ataque de misiles iraníes en abril tras la muerte de funcionarios de Irán en un edificio en Damasco, Siria. Pero después de un periodo de tensa calma, todo terminó en el peor punto desde hace años. En junio, supuestos agentes del Mosad llevaron a cabo una operación que terminó con la muerte del líder de Hamás, Ismail Haniye, a causa de una bomba puesta bajo su cama por agentes iraníes corrompidos presuntamente por la inteligencia israelí.

Luego, el pasado sábado 28 de septiembre, en medio de la confrontación con Hezbolá, Israel decidió bombardear posiciones estratégicas del grupo paramilitar en Beirut, capital de Líbano, dejando a su paso cientos de muertos civiles y militantes, entre ellos Hasán Nasrala, líder del grupo proiraní.

Rápidamente, Irán reaccionó y aseguró que la muerte del dirigente “no quedará sin venganza”.Bajo este contexto fue que se desarrolló el ataque desde Irán hacia territorio israelí, el cual llegó primero a manera de aviso en horas de la tarde, pero, al estar tan acostumbrada a dichos avisos, la población en principio no extremó prevenciones. “Alrededor de las 7:30 p. m. recibimos en todos los celulares una alerta de entrar a los cuartos de seguridad inmediatamente.

Toda la familia entró a ese cuarto, que en mi casa es pequeño. Mis hijas estaban asustadas. Finalmente, recibimos un mensaje similar al primero autorizando salir del refugio”, le cuenta Igal Goldstein, ciudadano residente en Israel, a SEMANA.

La respuesta del Gobierno de Netanyahu hasta ahora parece estar supeditada por las presiones internacionales que ruegan que no haya una escalada en la región de mayor alcance. Más teniendo en cuenta que tanto Irán como Israel cuentan en su poder con grandes arsenales que podrían llevar a un armagedón en Medio Oriente.

Ambos bandos son apoyados por potencias nucleares: del lado del Estado judío están Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que los islámicos tienen a su lado a Rusia, Corea del Norte y China.Según se estima, podría ser una guerra igualada por el tamaño y potencia de los ejércitos de ambos países. Si bien Israel invierte más de 24.000 millones de dólares en defensa, e Irán, 10.000 millones, la república islámica es la decimocuarta potencia militar del mundo, según el análisis de Global Firepower, mientras que Israel está tres puestos más abajo. Por ello, la colaboración internacional de lado y lado sería vital en caso de una guerra total.

Alí Jamenei, Líder supremo de Irán. | Foto: 2023 ATPImages

Una de las respuestas más inmediatas de Israel parece ser el nuevo bombardeo de su ejército en los suburbios del sur de Beirut contra Hashem Safieddine, el sucesor de Nasrala en Hezbolá. Aunque supone un golpe fuerte para los intereses de Irán, se cree que la respuesta real de Israel aún está por venir y promete ser mucho más destructiva. Podría ser una agresión directa contra la nación islámica, algo que no se ha visto antes sin importar lo tensas de las relaciones.

El deterioro de la situación geopolítica es evidente, por lo que existen serias dudas de hasta qué punto pueden llegar los aliados de ambos países a fin de evitar un conflicto a gran escala. Si bien Joe Biden aseguró que no cree que habrá una guerra total y piensa que puede evitarlo, aún hay demasiado por hacer y el tiempo está en contra, pues el ataque de Israel contra Irán parece inevitable, aunque este último asegura que no quiere irse a la guerra.

Lo cierto es que un conflicto a gran escala en Medio Oriente parece estar al borde de convertirse en una realidad, salvo una intervención milagrosa. Los ataques de Hamás de hace un año tienen a buena parte de la región en conflicto. Aun cuando los ataques en Gaza han disminuido, Israel sigue atacando a los pequeños grupos de esta organización terrorista.

Por otro lado, también hay combates contra los rebeldes hutíes en Irán, Siria y Yemen, mientras estos lanzan cohetes y drones contra el territorio judío. Entretanto, Líbano se suma a las zonas de guerra, y ahora, con los misiles iraníes, ya los objetivos sobrepasan a los países vecinos del Gobierno de Netanyahu. ¿Habrá una guerra total? Todos los ingredientes parecen servidos para que así sea.