No hay nada que asuste más al mundo que un conflicto entre Estados Unidos y Rusia, algo que hace unos años parecía imposible dada la relación distante pero cordial que se mantenía desde ambos gobiernos. Así fue durante años, pero desde la invasión rusa a Ucrania todo cambió y el planeta está a la expectativa de lo que pueda pasar.

El episodio que despertó de nuevo la preocupación en todo el mundo es que el gobierno de los Estados Unidos pidió formalmente a los ciudadanos de su país que abandonaran Rusia. “Los ciudadanos de Estados Unidos no deben viajar a Rusia y aquellos que residen o viajan (ahora) a Rusia deben salir del país de inmediato mientras haya opciones limitadas de viajes comerciales”, dice el comunicado dado a conocer por ese país.

Las razones que argumentó Washington para este llamado son que Rusia puede negarse a reconocer la ciudadanía estadounidense de personas con doble nacionalidad o llegar a negarles el acceso a la asistencia consular de los Estados Unidos. O, incluso, impedir su salida de Rusia y poder reclutar a personas con doble nacionalidad para que presten el servicio militar en la guerra en Ucrania, que actualmente ha ido en aumento por decisión de Vladímir Putin.

Pero esa es apenas una de las tensiones en la única crisis geopolítica que viven los Estados Unidos y Rusia. Esta semana el gasoducto Nord Stream tuvo una gran fuga que llevó a una serie de acusaciones entre Occidente y Rusia. La Unión Europea, por ejemplo, aseguró que fue un sabotaje lo que provocó el escape de gas, mientras que Ucrania aseveró que todo fue un ataque terrorista dirigido desde el Kremlin.

En esta imagen proporcionada por la Guardia Costera sueca, se ve una fuga de Nord Stream 2, el miércoles 28 de septiembre de 2022. | Foto: Swedish Coast Guard via AP, File)

Estados Unidos dijo que no se podía descartar que Rusia fuera la responsable de un ataque al gasoducto y que no hay ningún tipo de evidencia que pueda hacer creer que fue un accidente. Mientras tanto, Rusia fue de frente y acusó a Washington de estar detrás del ataque, ya que las únicas beneficiadas serían las empresas estadounidenses, y que la teoría del sabotaje ruso es estúpida y absurda.

Las tensiones, lejos de terminarse, tienen otro amargo ingrediente: el riesgo de que Rusia use armas nucleares, una amenaza constante del régimen de Putin desde hace años. En respuesta a eso, Estados Unidos dijo que en caso de usar dicho arsenal, los rusos tienen que esperar una respuesta “definitiva y catastrófica” de parte del mundo.

El presidente Joe Biden, sin más detalles, declaró que Rusia tendrá unas duras consecuencias y dependiendo de qué tan extendido sea el uso de dicho armamento, así mismo será la respuesta de los Estados Unidos. Algo que parece una amenaza de declaración de guerra.

Vladímir Putin sabe que está perdiendo la guerra en Ucrania. Por eso moviliza masivamente a reservistas y amenaza con usar armas nucleares.

Vale recordar que Rusia es el país con mayor cantidad de armas nucleares en el mundo, con alrededor de 4.400 ojivas. Si bien Estados Unidos tiene menos con un total de 1.800, sus aliados militares en Europa como Reino Unido y Francia también poseen y ayudan a que una confrontación entre Rusia y las potencias de Occidente sea mucho más pareja, pero también mucho más destructiva.

Las cosas entre Rusia y Occidente parecen totalmente quebradas, la invasión a Ucrania no solo dejó afectaciones en dicho país, sino un aumento en las tensiones de ambas visiones del mundo. Atrás quedaron los días de tensa calma entre ambos bandos y que hacían que el imaginario de una nueva guerra mundial fuera más lejano que nunca.

Ahora, mientras tanto, el mundo aguarda por una desescalada de las tensiones entre Rusia y Occidente, algo que si bien no parece probable en este momento con los discursos amenazantes de Putin y las duras respuestas de Biden, es el camino a seguir, ya que si se siguiera la vía bélica se podría condenar a la humanidad a una guerra que dejaría millones de inocentes muertos y un planeta desolado.