La periodista ucraniana Daria Kaleniuk se enfrentó al primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, en medio de una rueda de prensa que estaba dando el mandatario con respecto a la guerra que se desató en Ucrania, tras la invasión rusa.
La periodista le dijo al primer ministro británico que tanto su gobierno como la Otan tenían miedo y no estaban en posición de defensa porque “le temen a una tercera guerra mundial que ya empezó”.
También le afirmó que los únicos que están siendo afectados en medio de dicho conflicto son los niños ucranianos, que son los que están recibiendo el golpe y los bombardeos del ejército ruso.
“Ustedes están hablando de más sanciones pero Roman Abramovich no está sancionado, está en Londres, sus hijos no están en los bombardeos, están aquí en Londres”, le dijo, y continuó “los hijos de Putin están en Países Bajos o en Alemania, en sus mansiones. ¿Dónde están todas esas mansiones incautadas? Yo no veo eso”.
Conmovida le dijo que lo único que ella ve es a su familia y a los miembros de su equipo porque “tenemos miedo y no sabemos a dónde correr, esto es lo que está pasando, primer ministro”, concluyó.
Ante esto, Johnson le agradeció por los comentarios y por las preguntas a los demás miembros de la prensa y afirmó que son conscientes de que no han sido suficientes los esfuerzos que han puesto en marcha para ayudar a la población ucraniana.
Temen baño de sangre por bombardeos y pérdidas civiles
La ofensiva de Rusia en Ucrania, con bombardeos masivos y acusaciones de “crímenes de guerra”, empieza a recordar las imágenes de las guerras siria o chechena y hace temer que se desencadene la temible apisonadora rusa.
Vuelven las imágenes de Grozny en Chechenia o de Alepo en Siria, estas dos emblemáticas ciudades aplastadas y reducidas a cenizas por los bombardeos rusos en 1999 y 2016, aunque los analistas recuerden que las situaciones y el contexto son distintos.
“Como si fuera otra vez Alepo”, tuitea el especialista de Siria en el Middle East Institute, Charles Lister, ante las imágenes de Járkov bombardeada.
Varias otras ciudades como Jerson o Mariopol, en el sur, están sometidas a intensos bombardeos, y el presidente Volodímir Zelenski ha denunciado, como varias ONG y dirigentes occidentales, “crímenes de guerra” y acusa a Moscú de querer “borrar” a Ucrania.
A su vez, Vladimir Putin alega que Kiev perpetúa un “genocidio” en los territorios prorrusos del este del país.
Organizaciones como Amnistía internacional y Human Rights Watch denuncian desde hace algunos días el empleo de armas como las bombas racimo (prohibidas por la convención de Oslo desde 2010) en zonas civiles, y denuncian “crímenes de guerra”, basándose en fotos y videos.
“Los crímenes de guerra a escala industrial no son algo nuevo para Putin. Nunca se preocupó por las víctimas civiles cuando bombardeaba hace más de 20 años a los ciudadanos rusos de Chechenia o, años más tarde, los hospitales en Siria”, se indigna el campeón de ajedrez ruso exilado, Garry Kasparov en Times Radio.
“Comenzó en Járkov. Ahora seguirán con el escenario checheno”, se preocupa por su lado Alexandra Prys, portavoz de la embajada ucraniana en París
La ONU aseguró que más de 350 civiles han muerto desde el inicio de la guerra, según cifras ucranianas, y más de 800.000 personas han huido del país, sin embargo, es un numero que crece rápidamente conforme avanza la ofensiva militar rusa y mientras no se llegue a un acuerdo para que cese la invasión y el uso de las armas.
*Con información de AFP.
Por ser una noticia de interés mundial, todo el contenido sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania será de libre acceso para nuestros lectores en todas las plataformas digitales de SEMANA. Siga el minuto a minuto de lo que está ocurriendo.