El expresidente de Ecuador Lenín Moreno se encuentra en Asunción, ya que fue nombrado como funcionario de la Organización de Estados Americanos (OEA) en un programa que aborda temas de discapacidades en Paraguay.
Su vida ha dado un drástico giro en las últimas horas, cuando oficialmente se abrió un proceso en su contra por la causa de presunta comisión del delito de cohecho, cargo imputado por la Fiscalía que fue acogido por el juez.
En diálogo con SEMANA, el exjefe de Estado ecuatoriano aseguró que todo se ha tratado de una persecución en su contra y que hace parte de un entramado del correísmo para hacerle daño.
La investigación inició en el 2019 y asegura que Moreno recibió hasta 76 millones de dólares, equivalente al 4 % en coimas, por la adjudicación de algunos contratos con empresas como Coca Codo Sinclair y el proyecto “Más Emblemática” de Revolución Ciudadana.
“Se demoraron 4 años investigando y como no han podido encontrar absolutamente nada han sacado cierto tipo de acusaciones de las cuales no tengo nada que ver, por lo menos como acto de corrupción”, dijo el expresidente.
Según el exmandatario, las investigaciones que ha adelantado la Fiscalía debería estar dirigida a quienes conformaban el comité de deuda, contratación e investigación del gobierno, quienes estaban conscientes de la viabilidad de los proyectos y quien era encargado era el expresidente Rafael Correa.
“Nunca el presidente Rafael Correa me encargó ningún proyecto estratégico a mí, jamás, de todo estaba encargado al ministro de sectores estratégicos para ese tiempo, el ingeniero Jorge Glas, yo no intervine en absolutamente en nada”, dijo el expresidente en entrevista con SEMANA.
Según el diario El Universo de Ecuador, los datos de investigación de la Fiscalía que fueron revelados a la opinión pública aseguran que Moreno mantuvo una reunión con su “amigo” Cai Runguo, quien era embajador de China en Ecuador, cuyo resultado aterrizó en una nueva propuesta de la República de China para el financiamiento del proyecto.
Esos diálogos, según la fiscal Diana Salazar, permitieron agilizar y solucionar los impasses para “viabilizar y asegurar la continuidad y la participación” de la empresa Sinohydro”, como lo asegura el diario ecuatoriano.
“Me visitó el embajador de China y me dijo: señor presidente, ¿podría usted por favor comunicar al presidente de la República que su propuesta de financiamiento ha sido aceptada?, eso fue lo que hice yo (...) yo le comuniqué al presidente así precisamente, que había sido aceptada su propuesta de financiamiento y en adelante no volví a conversar del tema ni con el presidente ni con el ministro de Sectores Estratégicos, ni con el comité de deuda (...) nunca volví a conversar acerca del tema”, dijo Moreno.
En medio de las investigaciones también se habla de una compra por parte del expresidente Moreno, de un apartamento en Alicante España y unos muebles “lujosos” para su residencia en Ginebra, Suiza, cuando era parte de su visita como enviado especial del secretario de Naciones Unidas.
“Jamás en la vida he visitado ese departamento, jamás en la vida he estado en la ciudad de Alicante, nunca”, y agregó: “ni siquiera sé las características que tiene el departamento, el departamento lo compró eso sí una señora amiga que hizo la transacción con una persona de España”.
Como enviado especial a Ginebra por parte de Naciones Unidas, Lenín Moreno recibía a múltiples amigos, políticos y empresarios, uno de ellos, según el expresidente, una familia le dejó encargado unos muebles que devolvió al finalizar el periodo “esas son las dos acusaciones”.
El juez si le impuso una condición que refiere que el expresidente deba presentarse de manera periódica; cada 15 días, ante una sala especial de justicia en su país, preguntado por su asistencia a Quito a estas audiencias el ex presidente Moreno aseguró que sí va a asistir “tengo que averiguar a mi médico sobre las condiciones con las cuales voy a desplazarme”.
Moreno aseguró que tiene una discapacidad y la tendencia a tener hemorragias internas y eso es “peligrosísimo” dentro de un avión, pero que en primera instancia sí asistirá a su primera aparición periódica el próximo 20 de marzo.
En diálogo con SEMANA, el expresidente aseguró que sí hay una posibilidad de que este proceso haya salido a la luz en medio de la crisis que vive el gobierno actual liderado por Guillermo Lasso; “podría ver una cortina de humo, tratando también de congraciarse con el gobernante que está en el poder”.
El exmandatario aprovechó para desmentir los rumores de que esto también podría ser una herramienta para volver al poder en las próximas elecciones: “Yo nunca fui enamorado del poder, desde el primer momento de mi mandato había manifestado que no volveré a intentar reelegirme como presidente del Ecuador”.
Respecto al gobierno actual que preside Guillermo Lasso, el exmandatario aseguró que le falta decantamiento de los recursos para los sectores más vulnerables, “los recursos públicos no pueden ser gastados a discreción, hay una ley orgánica de administración financiera que es bastante estricta a la que debe regirse”, algo que no debe ser un motivo para “calentar las calles” y pensar nuevamente en derrocar presidentes como parece que pretenden ciertos sectores.
“El Rafael Correa que yo conocí es muy diferente al Rafael Correa del final del periodo”, dijo el exmandatario a SEMANA al referirse a su ideología política dentro del correísmo, asegurando también que cuando el expresidente Correa no vio camino para seguir reeligiéndose decidió irlo a buscar para que lo representara en las urnas.