El nombramiento de León Fredy Muñoz como embajador de Colombia ante Nicaragua tuvo algunos tropiezos, esto luego de que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca admitiera para su estudio una demanda que pide declarar nula la designación que hizo el presidente Gustavo Petro, el pasado 9 de septiembre.

En la demanda se alega que Muñoz –quien ha sido concejal y congresista– no cumple con los requisitos de carrera diplomática, consular y mérito alguno para ese cargo. Con su designación, manifiesta, “se resquebraja la confianza que la agencia especial espera de las instituciones gubernamentales”.

En ese contexto, en las últimas horas se dio a conocer que el embajador de Colombia designado para ejercer funciones en Nicaragua, ha confirmado la entrega de las cartas credenciales al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, para “recomponer las relaciones” entre ambos países.

“Como embajador de Colombia en Nicaragua, en acto protocolario, entregué credenciales al presidente Daniel Ortega”, ha escrito Muñoz en su perfil de Twitter, en un mensaje que ha compartido con varias

“Reafirmamos el compromiso de recomponer las relaciones, llevando un mensaje de cambio por Latinoamérica, tarea encomendada por el presidente, Gustavo Petro”, agregó el embajador Colombiano.

En su momento, el Gobierno nacional mediante la secretaría jurídica del Departamento Administrativo de la Presidencia, pidió rechazar las pretensiones de la demanda asegurando que no es cierto que se haya incurrido en una irregularidad en el respectivo nombramiento.

Pese a su designación, León Fredy Muñoz tiene pendiente un juicio penal por el delito de tráfico de drogas. En noviembre pasado, la Corte Suprema de Justicia le notificó que mantendrá la competencia para juzgarlo.

Con la llegada de Petro, Colombia buscará retomar ese liderazgo aprovechando que los gobiernos de la izquierda han recuperado el espacio perdido en el continente.

En diciembre de 2020, la Corte Suprema acusó al exrepresentante de la Alianza Verde por una investigación, que lleva más de dos años, y que comenzó como un procedimiento de rutina en el Aeropuerto Internacional de Rionegro. Muñoz arribó a esta terminal aérea, en un vuelo procedente de Bogotá, el 31 de mayo de 2018.

Con la llegada de Petro a Casa Nariño, el Estado colombiano ha puesto en marcha un plan para reactivar y retomar algunas de las relaciones diplomáticas que se vieron perjudicadas por la etapa de Iván Duque, crítico con gobiernos como el nicaragüense o el venezolano.

El presidente Gustavo Petro y su homólogo Nicolás Maduro se reunieron en Caracas en busca de restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países. | Foto: Tomada del Twitter @NicolasMaduro

Con la llegada de Petro, Colombia buscará retomar ese liderazgo aprovechando que los gobiernos de la izquierda han recuperado el espacio perdido en el continente. Por el momento, ya ha retomado vínculos con Venezuela, ha apostado por una revisión de las relaciones con Estados Unidos y se ha erigido como uno de los líderes de la región más críticos con la detención del expresidente Pedro Castillo en Perú.

El presidente Ortega recibió también las credenciales de varios embajadores, entre ellos los de Bolivia, Brasil, Colombia, México, Honduras, Cuba, Honduras, República Dominicana, España, Italia, Irán, Corea del Sur, China, Japón, e incluso Abjasia, república independiente de facto, reconocida solo por un puñado de países.

Daniel Ortega salió en defensa del expresidente peruano, Pedro Castillo, quien hoy 7 de febrero de 2023 completa dos meses detenido. | Foto: (Photo by YAMIL LAGE / POOL / AFP -Izquierda-), AP (Derecha)

Cabe recordar que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se unió a las voces de algunos mandatarios en la región que piden la liberación del exmandatario peruano, Pedro Castillo, quien está a días de completar dos meses en prisión. Su llamado lo hizo durante la entrega de más de un centenar de buses donados por Rusia para el transporte colectivo.

Según el jefe de Estado nicaragüense, la razón por la que Castillo Terrones fue destituido y arrestado responde a un “odio de clases” y al hecho de que antes de llegar al Palacio de Gobierno, se desempeñaba como profesor rural. En medio de su ‘aislamiento’ directo sobre algunas temáticas, el gobierno de Ortega ha dado nuevamente de qué hablar en las últimas semanas.

Con información de Europa Press*