SEMANA: En Venezuela pasan muchas cosas por el régimen de Maduro, pero el hecho más reciente fue el denunciado por María Corina Machado con relación a los frenos de sus carros. ¿Qué opina de eso?
Leopoldo López (L.L.): Eso hace parte de lo que ha sido el contexto de este proceso que se está dando para el 28 de julio, que no son unas elecciones ni libres ni justas. Esto ha sido un proceso largo en donde Maduro ha incumplido todo: Inhabilitó a María Corina, quien ganó las elecciones primarias, luego impidió que se registrara Corina Lloris, luego impidió que los venezolanos que estamos en el exterior, más de 5 millones que podían votar para estas elecciones, no se pudiesen registrar.
Ha cerrado medios de comunicación, páginas web bloqueadas, ha metido presos a más de 50 personas y ha venido atacando a las personas que asisten a las manifestaciones, cerrando los lugares donde va María Corina, los hoteles en donde se ha quedado, la gente que le daba un almuerzo o una empanada. Esa es la situación que se vive por parte de la dictadura en este proceso. Están tratando de impedir lo inevitable. Pero vamos hasta el final y esto significa hasta el 28 de julio para que la gente se pueda manifestar masivamente a favor de Edmundo González.
SEMANA: Y González tiene una amplia ventaja en las encuestas...
L.L.: Estamos hablando de una diferencia de más de 40 puntos, que por más que Maduro quiera hacer un fraude electoral, va a ser prácticamente imposible que esconda esa inmensa cantidad de votos por la esperanza que van a salir el 28 de julio.
SEMANA: Nicolás Maduro dijo que si no ganaba habría un baño de sangre en Venezuela. ¿Les preocupa esto?
L.L.: Eso tiene que quedarle claro a todo el mundo. Maduro es Maduro, él es así y es la misma persona que ha salido a perseguir, a encarcelar, a torturar y a asesinar a miles y miles de venezolanos. Más de 15.000 personas han sido detenidas. Entonces, esos baños de sangre de Nicolás Maduro han trascendido durante todos estos años y son las investigaciones que se están adelantando, y yo creo que Maduro lo está haciendo en estos momentos para infundir miedo y sembrar el terror en Venezuela.
Yo creo que lo que él no se ha dado cuenta es que los venezolanos perdieron el miedo, que los venezolanos han salido masivamente a apoyar a Edmundo González, a María Corina y a esta ilusión que tienen millones de venezolanos por un cambio. Maduro no ha podido con la represión, como lo dije anteriormente, ha metido presa a gente normal y corriente. Creo que a él le toca, en lugar de estar llamando a un baño de sangre, estar pensando que le toca cerrar este ciclo, asumir que comienza una transición y asumir que los venezolanos han tomado esta dirección.
SEMANA: Usted dice que Maduro está infundiendo temor en Venezuela, pero la percepción que hay es que la gente está cansada y no le importa expresarse porque no tienen nada más que perder. ¿Es así?
L.L.: Sin duda alguna. Y eso es lo que lleva a que todas las encuestas estén registrando que hay un 80 % de los venezolanos que quieren cambios. Pero sobre todo, hay un deseo generalizado de millones de personas de que Maduro se vaya.
SEMANA: Se dice que incluso la Policía y oficiales venezolanos están cansados. ¿Es así?
L.L.: Es precisamente lo que estoy diciendo, porque vienen momentos de definiciones, viene el 28 de julio en donde va a ser inocultable un tsunami de votos a favor de Edmundo González y luego, habrá un primer momento muy importante, que es cómo asumir esta realidad aplastante de Nicolás Maduro. Lo lógico, lo que esperamos, lo que deseamos los venezolanos, lo mejor para el país es que se reconozcan estos resultados y que comience un proceso de transición, que va a tener al menos dos etapas: La primera etapa del 29 de julio al 10 de enero, porque las elecciones son el 28 de julio, pero la toma de posesión es el 10 de enero.
Y como lo ha dicho Edmundo González, una y otra vez, su prioridad va a ser cómo lograr articular un proceso de transición en donde haya reglas claras para todo, en donde no haya persecución política, en donde haya oportunidades para todos, en donde haya justicia y el camino hacia la convivencia de todos en función del país. Y yo creo que allí va a haber mucha gente interesada en que ese sea el camino a recorrer, incluso mucha gente dentro de la estructura del régimen actual.
SEMANA: Cree que Maduro aceptará los resultados...
L.L.: No, es que no es así de fácil, pero es que se va a imponer una realidad. Evidentemente estamos hablando de escenarios, yo estoy compartiendo cuál creo yo que es el escenario ideal, lo que esperamos todos que suceda. También es muy probable que Maduro intente robarse las elecciones, pero lo que creo es que eso va a ser tan obvio que va a venir una reacción grande.
SEMANA: ¿Qué tipo de reacción?
L.L.: Yo no lo sé, pero la gente va a sentir que la robaron ese 28 de julio. Yo dudo mucho que Maduro logre imponer unos resultados que todo el mundo sabe que serán mentiras, porque los venezolanos quieren cambios.
SEMANA: ¿Es cierto que Maduro tendría un avión listo para salir de Venezuela si pierde las elecciones?
L.L.: No he escuchado nada de eso, escucharemos muchos rumores en estos días. Ahora, si este rumor es cierto, me parece maravilloso, me parece extraordinario que se esté preparando para eso.
SEMANA: ¿Esa transición de la que nos habla podría incluir una negociación con Maduro?
L.L.: Todo esto dependerá de lo que suceda el 28 y el 29 de julio. Ahora, yo sí me atrevo a decir que creo que la prioridad de todos es lograr la transición, es lograr que se inicie una nueva etapa de democracia en el país, en donde haya Estado de derecho, respeto a los derechos humanos, que se liberen los presos políticos, que no haya persecución, que tengamos un escenario de crecimiento económico. El 28 va a haber una elección y ya desde el 29 comienza la primera etapa de la transición en donde hay un período de meses, en donde muchas cosas se pueden acordar, en donde muchas conversaciones se tendrán que tener y así lo ha planteado Edmundo González de una manera muy clara, porque la prioridad será cómo organizar una transición en donde quepan todos.
SEMANA: Es decir, establecer un diálogo incluso con Maduro para beneficiar a Venezuela...
L.L.: Bueno, sin duda alguna. Es decir, Maduro va a estar ante una situación el 28 de julio, donde él va a tener que tomar una decisión: o reconoce la elección o se la roba. Si reconoce la elección, evidentemente allí tendrá que tener una conversación con el ganador.
SEMANA: Revisando la historia de las elecciones en Venezuela, Maduro tendría seguros unos tres millones de votos. ¿Ese número está ligado a los subsidios y a los Clap?
L.L.: Hoy en día todo esto está muy venido a menos. Yo creo que hay una realidad en los venezolanos luego de haber vivido una experiencia de un chantaje diario con base en decir: te doy una caja de comida y tu me das tu libertad. Después de tantos años los venezolanos están cansados y hay conciencia de que lo que va a significar esta etapa, porque la idea es que todos tengan oportunidad de trabajar, de desempeñarse en una actividad productiva, que haya oportunidades de empleo, de tener poder adquisitivo, que haya estabilidad, eso es lo que los venezolanos quieren.
Y esos 3 millones a los que tú haces referencia, yo creo que rápidamente se van a sentir incluidos y arropados en un proceso de mucha emoción y de transición a la democracia y yo me atrevo a decir que la mayoría de esas personas que votaron por Nicolás Maduro, muy rápido se sentirán incluidas en este proceso de cambio.
SEMANA: ¿Cómo confluye en todo este escenario electoral la presencia en Venezuela de grupos al margen de la ley colombianos? ¿Qué papel van a jugar estas organizaciones criminales?
L.L.: Sin duda, pero no solo las organizaciones con origen colombiano, sino también las vinculadas a los carteles mexicanos, hay presencia del Hezbolá y otros grupos en Venezuela. Eso es conocido y es parte de la compleja realidad que se va a tener que enfrentar. Y sin duda alguna el tema de integridad territorial, de seguridad y de defensa va a ser prioritario y tendrá que hacerse siempre teniendo como objetivo lograr una estabilidad en este proceso de transición.
SEMANA: ¿Pero qué harían con estos grupos criminales?
L.L.: Eso tendrá que ser un tema a abordar por quienes asumen la responsabilidad de estar en el gobierno en transición, sin duda alguna será una prioridad, pero aventurarme en este momento a decir qué es lo que sucederá con ese tema en específico no es adecuado.
SEMANA: ¿Usted volvería a Venezuela?
L.L.: Claro que volvería. Yo y millones vamos a volver a Venezuela.
SEMANA: ¿Qué opinas sobre las posturas que ha tenido el presidente Petro frente a las elecciones en Venezuela?
L.L.: Creo que ha habido una posición muy clara en las últimas declaraciones, tanto del presidente Petro como del canciller Luis Gilberto Murillo, de hacer un llamado para que se respeten los resultados electorales, para que haya unas elecciones democráticas. Ellos, incluso, han hecho un esfuerzo para que haya un acuerdo de condiciones y garantías que puede ser un proceso que se inicie el mismo 28 en la noche o el mismo 29. Hay un sentir general de que se deben respetar los resultados.
SEMANA: ¿Qué ha sabido de Alex Saab?
L.L.: Solo que fue devuelto de los Estados Unidos, una persona que tenía muchos procesos por narcotráfico y lavado de dinero, pero Maduro lo nombró ministro para inversiones extranjeras y es la señal corrupta de un Estado como una estructura de crimen organizado con esa designación.
SEMANA: Maduro debe estar preocupado porque Saab sabe muchos secretos...
L.L.: Bueno, todo eso hace parte en el complejo proceso de transición, pero por ahora lo clave es que todos salgan a las urnas a votar. A partir de las 6:00 de la tarde del 28 de julio habrá otra realidad en Venezuela.
SEMANA: Esa economía paralela que hay en Venezuela, sobre todo en Caracas, por esos dólares es muy llamativa. ¿De dónde sale ese dinero?
L.L.: Hay muchas realidades que llevan a esa economía distorsionada que hay en Venezuela. Venezuela tiene una economía muy desigual. Están quienes tienen acceso a dólares por remesas, por ejemplo. Yo diría que es como una burbuja o un Dubai, por ponerlo con ubicación geográfica. Y luego está el resto del país viviendo como Haití, con unos niveles de desnutrición muy elevados, sin acceso agua potable, electricidad, a la salud, al transporte, a la gasolina. Y esa es la realidad de millones de venezolanos.
La economía venezolana no es una economía petrolera. Mucha gente piensa en Venezuela todavía como un país petrolero, pero no es así. Venezuela hoy tiene reservas de petróleo, pero no tiene la producción que lo haga ser un actor importante en el mercado, ni siquiera hemisférico. Hoy Venezuela está produciendo menos que Colombia, que Ecuador o Brasil. Nuestro país está produciendo 700.000 barriles al día y cuando llegó Hugo Chávez se estaban produciendo cerca de 3.7 millones de barriles. Esta destrucción de la industria petrolera la comenzó Chávez y la culminó Maduro.
Hoy somos una estructura económica montada sobre una actividad criminal que principalmente tiene los siguientes pilares: la extracción del oro, que lo llamamos el oro de sangre, porque es un oro extractivo y hay vinculaciones con grupos armados como el ELN, las Farc o el Tren de Aragua. Luego, está la manera corrupta como se maneja el petróleo y la venta petróleo. Luego, está el tráfico de cocaína. Venezuela se ha convertido en una autopista para la salida de la cocaína colombiana hacia varios destinos: hacia México, Europa y África. Alrededor de esos pilares hay una estructura del Estado, militar y empresarios que están metidos en esas esferas de negocios ilícitos. No digo que todos en Venezuela están vinculados, pero al estructura principal si está en esas actividades descritas.