Justo el día en el que Leopoldo López rompió el silencio al concederle una entrevista a The New York Times, su esposa, Lilian Tintori, denunció que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) entró a su casa de forma abrupta desde el 28 de febrero a las 7 de la noche.“URGENTE El SEBIN ha entrado a nuestra casa y permanece allí. Esto es ilegal, no quieren salir y dicen que es una “nueva orden de arriba””, escribió Tintori en Twitter en horas de la mañana de este jueves.Allí se encuentra Leopoldo, quien cumple prisión domiciliaria junto a sus tres hijos, uno de ellos recién nacido. "La comisión entró bruscamente a nuestra casa anoche, sin orden legal y con armas. Nuestros hijos están asustados”, agregó la defensora de derechos humanos.
Consulte: "No estoy dispuesto a claudicar en mi lucha por la libertad": LeopoldoComo si fuera una premonición, Leopoldo se empezó a preparar desde hace días para este momento. Temía que con la publicación de la entrevista el gobierno de Nicolás Maduro tomaría represalias.S. Hylton, el periodista de The New York Times que mantuvo conversaciones secretas con él, relató la escena: “Hace algunos días estaba hablando con López un poco antes de la medianoche. Su familia dormía y él aprovechaba esas horas de tranquilidad para prepararse ante la posibilidad de que la publicación de este trabajo pudiera causar su regreso a prisión. Esto es algo de lo que hemos hablado muchas veces. Su hija mayor tenía solo 6 años cuando él fue a prisión por primera vez y 10 cuando regresó a su casa. Su hijo tenía menos de un año y ahora estaba empezando a conocer a su padre. A fines de enero, López y Tintori tuvieron una segunda hija, y le preocupa pensar que pasarán años antes de volver a ver a sus hijos”.El miedoLa situación que se vive alrededor de la casa de Leopoldo es tensionante, no solo para su familia, sino para los periodistas que intentan reportar lo que está pasando. Víctor Amaya, corresponsal de SEMANA en Venezuela, logró estar por pocos minutos en el lugar, antes de que lo sacaran. Captó con su lente los vehículos del Sebin parqueados frente a la casa.
Con la censura que se vive en Venezuela es peligroso incluso tomar una fotografía. Hasta el momento van cinco periodistas detenidos por el Sebin, una de ellas es Vanessa Rivas. Por tanto, la información que existe sobre lo que pasa dentro de la casa de los líderes opositores es escasa. Tintori alcanzó a advertir lo que estaba sucediendo, a condenarlo sin dar mayores detalles. Publica cada vez que puede, pero sus silencios son aterradores.Leopoldo teme, no en vano, que lo devuelvan a la cárcel, como sucedió el año pasado cuando el Sebin ingresó a su casa y se lo llevó. Lo mismo le sucedió a Antonio Ledezma, quien después se fugó de Venezuela. El Gobierno teme que Leopoldo hable, por eso se lo ha prohibido. De hecho, en julio del 2017 cuando fue llevado a prisión domiciliaria de nuevo no pudo dar declaraciones ante la multitud, sino que dejó escrito su llamado a la resistencia.Puede leer: Los trinos de Leopoldo López que enfurecieron a MaduroDesde ese momento y hasta este 1 de marzo de 2018 López estuvo ausente del debate. Su voz no se volvió a oír. Eso cambió con la entrevista y falta ver cuánto le costará hablar sin censura. Leopoldo sabía el riesgo que corría, pero se atrevió, no hacerlo sería su derrota.“No es fácil, pero tengo la responsabilidad de decir lo que pienso. Llevo cuatro años en prisión por decir lo que pienso y, si me censuro, la dictadura me derrota”, explicó.