El viaje de Raimondo a la nación China forma parte del intento de Washington en los últimos meses para calmar las tensiones con la segunda economía más grande del mundo. La funcionaria sostuvo el martes otra ronda de conversaciones con altos responsables chinos, incluyendo el primer ministro Li Qiang, enfatizando la importancia de una comunicación abierta entre las dos potencias.

Raimondo señaló áreas de “preocupación global” como el cambio climático, la inteligencia artificial o la crisis del fentanilo y dijo a Li que Washington quiere “trabajar con ustedes como dos potencias globales para hacer lo que es correcto para toda la humanidad”.

“El mundo espera que hagamos más, juntos, para resolver estos problemas”, dijo. Raimondo también reiteró la posición de Estados Unidos de que no está buscando desconectar su economía de la de China.

La secretaria de Comercio de EE. UU., Gina Raimondo, testifica durante una audiencia del Comité de Asignaciones del Senado, titulada "Una revisión de la solicitud de presupuesto del año fiscal 2024 del presidente: invertir en la seguridad y competitividad de EE. UU". | Foto: Restringido

“Buscamos mantener nuestra relación comercial de 700.000 millones de dólares con China, y esperamos que esa relación pueda proporcionar estabilidad para la relación general”, indicó. La responsable estadounidense también se reunió el martes con el vice primer ministro de China, He Lifeng, y describió la relación comercial entre los dos países como “una de las más importantes” del mundo.

“Gestionar esa relación de manera responsable es fundamental para nuestras dos naciones y, de hecho, para todo el mundo”, dijo durante una parte de la reunión abierta a los periodistas. También hizo hincapié en que Estados Unidos “nunca transigirá en proteger nuestra seguridad nacional”, pero insistió en que Washington no busca “frenar la economía de China”.

Por su parte el vice primer ministro dijo que Pekín está dispuesto a trabajar en “nuevos esfuerzos positivos para mantener el consenso económico y aumentar la cooperación”. Raimondo tiene previsto visitar la capital económica del país, Shanghái, el martes, antes de regresar a Estados Unidos el miércoles.

Reducir la incomprensión

Las relaciones entre ambas potencias están en su nivel más bajo en décadas, en parte por las restricciones comerciales de Estados Unidos. Este mes el presidente estadounidense, Joe Biden, emitió una orden ejecutiva para restringir ciertas inversiones estadounidenses en China en áreas sensibles de alta tecnología, una medida que Pekín considera como “antiglobalización”.

Para recibir al primer ministro japonés, Fumio Kishida, y al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, Joe Biden escogió Camp David, la residencia campestre de los presidentes estadounidenses cuyo nombre está históricamente vinculado a las negociaciones de paz en Oriente Medio. (AP Photo/Evan Vucci, File). | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved

Las nuevas reglas, que deberían implementarse el próximo año, afectan a sectores como los semiconductores y la inteligencia artificial. Sin embargo, el viaje de Raimondo sirve también a Estados Unidos pare tener discusiones más abiertas con Pekín sobre esas políticas.

En una reunión el lunes entre la secretaria estadounidense y el ministro de Comercio, Wang Wentao, ambos acordaron crear lo que Washington llama un “intercambio de información” para “reducir la incomprensión de las políticas de seguridad nacional de Estados Unidos”.

Sin embargo Wang dijo tener “serias preocupaciones” sobre las restricciones comerciales de Washington a las empresas chinas, en particular por los aranceles a productos chinos o los “subsidios discriminatorios”.

La administración de Washington respalda y justifica estas políticas como medidas esenciales destinadas a “mitigar el riesgo” inherente a sus extensas cadenas de suministro. No obstante, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang, ha emitido una advertencia contundente al respecto, señalando que tales acciones “contravienen los principios fundamentales del mercado y el concepto de competencia justa”.

Ilustración muestra banderas de China y Estados Unidos. | Foto: Restringido

Además, Wang resalta con énfasis que estas políticas pueden acarrear consecuencias perjudiciales, ejerciendo un impacto negativo tanto en la seguridad como en la estabilidad de las redes industriales y de suministro a nivel global.

En esencia, se posiciona en contra de las decisiones que favorecen un enfoque restrictivo, planteando que estos enfoques podrían acarrear consecuencias imprevistas y potencialmente desestabilizadoras en la interconexión de sistemas económicos y productivos a nivel internacional.

*Con información de AFP.