La protesta en el Congreso de Estados Unidos durante la comparecencia del jefe de la diplomacia, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, fue un estallido de indignación que resonó en las paredes del recinto.
“¡Vergüenza debería darles a todos!”, clamaron los manifestantes, cuyas voces se alzaron como un grito desgarrador en medio de la sala. El llamado a un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza se hizo eco, retumbando en los oídos de quienes presenciaban la vista sobre la ayuda a Israel y Ucrania.
La manifestación tomó un giro simbólico cuando varias personas sentadas detrás de Blinken y Austin levantaron en silencio sus manos, las cuales estaban embadurnadas de pintura roja, una representación impactante de la sangre derramada en tierras palestinas.
La sala vibraba con la tensión, y a intervalos regulares, uno de ellos se levantaba para hacer oír su protesta. “¡Los palestinos no son animales!”, exclamó uno de los manifestantes, mientras que otro vociferó: “¡Salven a los niños de Gaza!”.
En medio de la agitación, una persona vestía una chaqueta con el mensaje claro: “Dejen de financiar el genocidio. ¿Dónde está tu orgullo América?”. Varios de los manifestantes también interrumpieron para protestar por las políticas migratorias de Biden, que ha prometido 13.600 millones para aumentar la seguridad en la frontera con México, y otros 2.000 millones para mejorar la seguridad en el Indopacífico, entre otras.: “Todos los muros se tienen que ir”, exclamaron.
La comparecencia de Blinken se vio interrumpida en varias ocasiones a medida que los manifestantes eran escoltados fuera de la sala por la policía. La tensión en el aire era palpable, y este episodio ejemplificó la profunda división y el apasionado debate que rodea la solicitud del presidente Joe Biden al Congreso de un paquete de más de 105.000 millones de dólares, incluidos 14.300 millones en ayuda para Israel. El grito desesperado de los manifestantes resonará como un eco en la memoria de aquel día en el Congreso.
En el sombrío escenario que se ha convertido la Franja de Gaza, el conflicto se desboca en una espiral de violencia con pocos precedentes en la historia. Las fuerzas armadas israelíes reportan “encarnizados combates terrestres” en su esfuerzo por hacer frente al grupo islamista Hamás.
En medio de las ruinas y la desolación que ha arrasado este territorio palestino, la situación humanitaria ha alcanzado cotas desgarradoras, mereciendo la etiqueta de “desastroso” por parte de las Naciones Unidas.
Este conflicto alcanzó su punto de quiebre tras el ataque audaz de comandos de Hamás que se infiltraron en el sur de Israel el 7 de octubre. Este acto desencadenó una ola de violencia sin precedentes desde la fundación de Israel en 1948, cobrando la vida de 1.400 personas, en su mayoría civiles. En respuesta, el gobierno israelí lanzó una ofensiva militar con el propósito declarado de “aniquilar” a Hamás, escalando aún más la tragedia en la región.
La devastación persiste, con un saldo inimaginable de más de 8.525 palestinos fallecidos, en su mayoría civiles, desde que el ejército israelí inició sus implacables bombardeos en Gaza, según los informes del ministerio de Salud de Hamás. La Franja de Gaza se encuentra inmersa en un abismo de dolor y desesperación a medida que el conflicto se prolonga, dejando a su paso un rastro de desolación que clama por una solución urgente.
*Con información de AFP.