En el marco de un evento organizado en la ciudad de Caracas el pasado lunes, 21 de noviembre, en el que el dirigente del régimen venezolano, Nicolás Maduro Moros, compartió con estudiantes de diferentes países de América Latina reunidos bajo la ideología ‘bolivariana’, que fue transmitido a través de las redes sociales del Gobierno de ese país, el político aprovechó para referirse a la reciente instalación de una mesa de negociación entre delegados del gobierno de Gustavo Petro, con miembros de la guerrilla del ELN.

En ese contexto, el político venezolano no ocultó el beneplácito que le despierta que su país sirva de sede para un nuevo proceso de paz entre grupos insurgentes y la oficialidad de nuestro país, advirtiendo que Venezuela está comprometida en colaborar con el logro de ‘una paz completa’, evocando la terminología empleada por el propio presidente colombiano para referirse a este nuevo tramo de la búsqueda de un acuerdo.

En ese sentido, Maduro afirmó que “desde Venezuela le decimos con todo nuestro pueblo, todo el apoyo”, advirtiendo que la mesa instaurada en Caracas es “un mensaje de esperanza de una América latina y un Caribe convertido en un territorio de paz”, evocando en su pronunciamiento a la Celac.

“Felicito a la juventud colombiana presente porque van a tener paz”, advirtió Maduro, reiterando que lo que se está construyendo ahora es un escenario anhelado no solo por los habitantes de nuestro país, sino también por los de algunos otros países de la región.

“Aquí está la mano de Venezuela para decirle al presidente Petro y a Colombia: cuenten con nosotros”, afirmó en medio de vítores de sus simpatizantes el líder chavista, quien estuvo presente en el evento en compañía de algunos de sus ministros, y de la primera dama, Cilia Flórez, quien además actualmente es diputada de la Asamblea Bolivariana de Venezuela.

El pronunciamiento de Maduro Moros se conoció precisamente en medio de una jornada en la que delegados del gobierno Petro y de otros sectores políticos de Colombia que también aceptaron la convocatoria del actual Gobierno, se sentaron a la mesa con el objetivo de reanudar unos diálogos de paz que se habían iniciado también en el gobierno Santos, pero que en medio de la evidencia de una serie de actos que denotaron la no voluntad de paz por parte del ELN en la era de Iván Duque, terminaron por ser suspendidos.

Además de Venezuela como país sede y garante de los diálogos, de esta mesa de negociación también toman parte otros gobiernos que en el pasado apoyaron los diálogos de paz con las Farc en La Habana, como los gobiernos de Noruega y Cuba.

En la presente delegación, uno de los hechos que se ha resaltado es la presencia del presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, Fedegán, José Félix Lafaurie, un reconocido contradictor del gobierno Petro, quien aceptó la invitación de este para la conformación de una mesa multisectorial para dicho escenario.

Lafaurie también es reconocido por ser el esposo de la actual senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, una de las figuras políticas más destacadas de la oposición, y quien meses atrás incluso fue precandidata presidencial por su colectividad, en un proceso en el que resultó ganador el exministro Óscar Iván Zuluaga, quien finalmente no llegó al partidor para la contienda electoral en la que resultó electo el actual presidente de Colombia.

Uno de los hechos que despertó controversia en Colombia sobre la instalación de los diálogos de paz en Venezuela con el ELN fue la presencia por parte de dicho grupo, como delegada en la mesa, de alias Violeta, una mujer que es señalada como una de las responsables del atentado terrorista en el Centro Comercial Andino en 2017.

La mujer, quien se encontraba presa, fue recientemente dejada en libertad por parte de las instituciones colombianas, con el objeto de que funja como ‘gestora de paz’ en la mesa de Caracas.

Por su parte, algunos delegados del ELN, como Pablo Beltrán, afirmaron, en declaraciones conocidas por SEMANA, su propósito de ‘no fallar’ en esta reanudación del proceso en búsqueda de la desarticulación de la histórica guerrilla de corte gaitanista conocida también como Ejército de Liberación Nacional.