Un particular hecho de protesta contra la guerra en Ucrania, derivada por la ocupación de tropas rusas desde el pasado 24 de febrero, tuvo lugar este lunes 9 de mayo en la ciudad de Varsovia, Polonia, donde habitantes locales arremetieron en contra del embajador ruso, Sergey Andreev. Allí, le lanzaron pintura roja durante el desarrollo de un evento público.
El hecho, adelantado por activistas, se registró en inmediaciones del cementerio de la ciudad de Varsovia, cuando, en desarrollo de actos del llamado Día de la Victoria ―tradición rusa en conmemoración del triunfo de su Ejército sobre las tropas nazi en la segunda Guerra Mundial―, el diplomático se disponía a presentar una ofrenda ante la tumba de los soldados soviéticos que participaron de dicho hecho histórico.
Aunque la fecha fue festejada con importantes actos en Moscú, en otros países, sus representaciones diplomáticas han tenido dificultad para llevar a cabo la respectiva festividad, en tanto se han encontrado con la resistencia de habitantes locales que manifiestan su descontento contra la guerra en Ucrania.
En el caso del embajador Sergey Andreev recibió una violenta arremetida de activistas proucranianos, que emprendieron en contra del representante del gobierno Putin, lanzando tarros de pintura roja, en un acto que, de manera simbólica, pretendía señalar que Rusia está manchada de sangre ucraniana.
Tras el ataque, que impidió que el diplomático adelantara el acto de ofrenda floral, se difundieron imágenes y videos a través de las redes sociales que lo muestran cubierto de pintura y rodeado de miembros de su equipo de seguridad, quienes impidieron que el hecho simbólico, posiblemente, escalara a acciones violentas por parte de los indignados manifestantes que ondeaban banderas de Ucrania y carteles con mensajes de repudio contra Rusia.
Además, los manifestantes presentes elevaron varias arengas en contra del diplomático, a quien calificaron de “fascista” y “asesino”.
En el hecho simbólico, algunos asistentes también portaban sábanas blancas manchadas con tintes rojos, señalando que estas representaban a las víctimas de la escalada bélica que se ha desatado en Ucrania desde el mes de febrero.
La acción agresiva de los manifestantes obligó a que miembros de la policía polaca tuvieran que intervenir para proteger al representante diplomático, a quien le pidieron a su vez que abandonara el lugar.
Durante la jornada del Día de la Victoria, decenas de manifestantes salieron a las calles de Varsovia, en Polonia, para manifestar su inconformismo con la sangrienta guerra desatada.
Como parte de la protesta, según recogen medios internacionales, los manifestantes parquearon un tractor frente a la embajada de Rusia en Varsovia. Dichos vehículos han sido empleados desde el inicio de la Guerra en Ucrania como un símbolo de la resistencia.
Según precisan medios internacionales, el cementerio soviético donde se realizó la particular protesta se encuentra ubicado en un sector céntrico de la capital polaca, en una ruta que conduce al aeropuerto, y se estima que allí yacen cerca de 20.000 cadáveres de miembros del Ejército soviético que ayudaron al bloque de los aliados a vencer a las tropas nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
El lugar se mantiene en ese país bajo un respeto por los militares de la época, pese a que Polonia ha decidido retirar algunos monumentos que también habían sido erigidos en memoria de los héroes de la Segunda Guerra Mundial.
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