Esto sucedió durante una visita realizada a Pensilvania en apoyo al candidato al Senado John Fetterman, cuya carrera podría ser clave para que los demócratas no pierdan el control del Congreso en las elecciones de medio mandato del 8 de noviembre.
Biden aterrizó en Pittsburgh, donde visitó un puente en reparación que quiere convertir en un símbolo del éxito de su programa de inversión en infraestructura, antes de dirigirse a Filadelfia para una recaudación de fondos con Fetterman.
Así mismo, el plan que los demócratas lograron aprobar en un Congreso dividido es “la mayor inversión” en la historia del país, según lo dicho por el presidente cerca del puente Fern Hollow, que se derrumbó en enero pasado. “No hay mejor lugar para hablar sobre la reconstrucción de la columna vertebral de Estados Unidos, la clase media”, mencionó sobre el tema y agregó que “quiero que sientan lo que yo siento: orgullo, orgullo por lo que podemos hacer cuando trabajamos juntos”.
Todo el momento se trató de un elaborado discurso, que como es de esperarse, tiene la finalidad de reunir a los demócratas tres semanas antes de las elecciones intermedias, por lo que los analistas consideran que Pensilvania es uno de los pocos estados cruciales que los demócratas deben ganar para mantener el control del Senado. En la Cámara de Representantes, la lucha promete ser aún más difícil.
Codo a codo
El corpulento Fetterman, cuyos tatuajes y gusto por las sudaderas con capucha y los pantalones cortos estilo cargo lo convierten en una de las figuras de apariencia más inusual en la campaña electoral, recibió al presidente en la pista con un traje más clásico.
El candidato demócrata, vicegobernador de Pensilvania desde 2019 y antes alcalde durante 13 años de Braddock, una ciudad azotada por la desindustrialización, enfrenta una reñida competencia frente al republicano Mehmet Oz, un médico convertido en estrella de la televisión.
Pero ni un derrame cerebral en mayo lo sacó de la contienda: su médico señaló esta semana que Fetterman, de 53 años, está en condiciones de detentar un cargo público. Un debate en vivo el 25 de octubre pondrá a prueba al candidato, cuyo desempeño será observado de cerca en busca de señales de debilidad física o cognitiva.
La carrera con Oz está reñida, lo que afecta las esperanzas demócratas de mantener el ya frágil dominio del Congreso por parte del partido. En el último promedio de encuestas, la ventaja de casi 11 puntos que ostentaba Fetterman a mediados de septiembre se redujo a cinco.
Hasta ahora, los intentos de Biden de ayudar a su partido han tenido un efecto limitado: sus bajos índices de aprobación, por debajo del 40 %, no facilitan las cosas.
En discursos recientes, Biden prometió proteger el derecho al aborto y mostró su disposición a enfrentar el alto precio de la gasolina. Pero a tres semanas de las elecciones, los estadounidenses parecen inclinarse a favor del mensaje republicano de que los demócratas están fallando en el manejo de la economía.
El bache
Una encuesta esta semana del diario The New York Times junto con el Instituto Siena mostró que, entre los probables votantes, el 26 % citó la economía como su principal preocupación y el 18 % mencionó la inflación, que exhibe su tasa más alta en cuatro décadas.
Este es un problema que Biden no podrá resolver rápidamente, además de que en los temas en los que se siente seguro, las cosas tampoco son tan simples como pareciera.
Por su parte, el martes pasado, durante un apasionado discurso, Biden aprovechó la indignación por la decisión de la Corte Suprema en junio de revocar el fallo Roe vs. Wade, que hace medio siglo consagró el derecho al aborto a nivel nacional, con miras a captar votos de la izquierda y el centro.
Prediciendo una revuelta de las mujeres en las urnas, el demócrata declaró que los republicanos “todavía no han visto nada”, pero en el sondeo de NYT/Siena, solo el 5 % de los encuestados dijo que el aborto era su primera preocupación.
Las elecciones de medio mandato son tradicionalmente difíciles para el partido gobernante, por lo que una derrota demócrata no sería una sorpresa y según los expertos del boletín electoral Larry Sabato’s Crystal Ball, de la Universidad de Virginia, el partido del presidente parecía estar volviendo a la realidad después de grandes esperanzas de éxito.
“Los vientos en contra habituales a mitad de mandato continúan para los demócratas. Es difícil que un partido prospere con un presidente impopular y con el público preocupado por temas como la economía y la inflación”, dijeron el miércoles.
*Con información de la AFP.