Existe un riesgo de “pulverización de sustancias radioactivas” en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, actualmente ocupada por las tropas rusas, advirtió el sábado el operador público ucraniano, achacándolo a bombardeos de Moscú en la última jornada.

Como resultado de haber sufrido “varios bombardeos en la última jornada”, “la infraestructura de la estación ha sido dañada, hay riesgo de pulverización de hidrógeno y salpicaduras de sustancias radioactivas, y el riesgo de incendio es alto”, declaró Energoatom en Telegram.

El operador dijo que, al menos hasta mediodía del sábado, hora local, la planta “opera con el riesgo de violar los estándares de seguridad de radiación y de incendio”.

La central de Zaporiyia, la más grande de Europa, fue ocupada por las tropas rusas en los primeros días de la invasión.

Kiev y Moscú han estado acusándose mutuamente de bombardear la zona aledaña al complejo nuclear, situado en la ciudad de Energodar.

El jueves, la planta quedó totalmente desconectada de la red eléctrica ucraniana por primera vez en cuatro décadas debido a “acciones de los invasores”, según Energoatom.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que la corriente había sido cortada por los bombardeos rusos a la última línea eléctrica activa que unía la planta a la red nacional.

La planta fue reconectada el viernes por la tarde. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha llamado a enviar una misión a la planta “tan pronto como sea posible para ayudar a estabilizar la situación de seguridad y restablecer la seguridad nuclear”.

El pasado 24 de agosto, en el marco del aniversario número 31 de la independencia de Ucrania, fecha que también coincidió con el cumplimiento de los primeros 6 meses desde el inicio de la ocupación rusa a Ucrania, el presidente de este país, Volodimir Zelenski intervino, a través de una video llamada, ante el pleno del Consejo de Seguridad de la ONU, para advertir frente a los actuales riesgos que rodena la confrontación.

En ese contexto, Zelenski se refirió a la amenaza nuclear que se cierne en torno al conflicto luego de la ocupación de la central de Zaporiyia por parte de las tropas rusas, advirtiendo que es necesario que el régimen de Moscú ponga fin al que denominó como “chantaje nuclear”.

En su discurso, Zelenski condenó enérgicamente que los rusos convirtieran dicho territorio en una zona de guerra, advirtiendo la necesidad de que estos uniformados se retiren ‘por completo’ del lugar, dado el peligro que ello representa, y abogando por la intervención internacional para ello; plano en el que ha versado la posición de la OIEA; organismo que recientemente ha revelado que adelanta la búsqueda de un acuerdo con Ucrania y Rusia, para que las partes permitan que en efecto se lleve a cabo la visita técnica por parte de los expertos.

La preocupación frente a la situación actual de la planta de Zaporiyia, también suscitó el pronunciamiento, en días pasados, por parte del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, el diplomático portugués Antonio Guterres, quien afirmó que la guerra que actualmente se libra en Ucrania es “absurda”, admitiendo que sus secuelas y consecuencias trasciende las fronteras de ese país.

En ese sentido, y sobre la situación en la central de Zaporiyia, el secretario de la ONU lamentó que la escalada del conflicto esté conduciendo al mundo a la ‘autodestrucción’, advirtiendo además del peligro nuclear, la existencia de serias consecuencias de la confrontación sobre la seguridad alimentaria mundial.

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