China suspendió este viernes 5 de agosto toda cooperación con Estados Unidos en materia de calentamiento global y otras áreas, hundiendo las relaciones entre los dos países a su nivel más bajo en años en represalia por la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi.
La movilización de aviones y buques de guerra, el mayor simulacro militar de la historia de China cerca de Taiwán, prosiguió el viernes, también en reacción al viaje de Pelosi esta semana, con Taipéi criticando a su “malvado vecino” cuyas maniobras lo han rodeado, literalmente, durante tres días.
El ministerio chino de Exteriores informó de que Pekín “suspenderá las negociaciones sino-estadounidenses sobre el cambio climático”. También acusó a Pelosi de haber “interferido gravemente en los asuntos internos de China y socavado su soberanía e integridad territorial”, y anunció “sanciones” contra ella y su “familia cercana”, sin dar más detalles.
Los dos países más contaminantes del mundo se habían comprometido el año pasado a trabajar juntos para acelerar la acción climática, y prometieron reunirse regularmente para “abordar la crisis climática”. Pekín también dijo que suspendía la cooperación con Washington en otras materias como repatriación de inmigrantes ilegales, justicia, delincuencia transnacional y lucha contra las drogas.
La Casa Blanca, por su parte, convocó al embajador chino en Washington. “Hemos condenado las operaciones militares de China, que son irresponsables y contrarias a nuestro objetivo de larga data de mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán”, afirmó el portavoz ejecutivo John Lee Kirby.
El jefe de la diplomacia china, Wang Yi, respondió acusando a Estados Unidos de tener “la costumbre de crear un problema y luego utilizar este problema para lograr sus fines”. “Este enfoque no funcionará con China”, advirtió.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres mostraba su preocupación por situación actual. “Para el secretario general, no hay forma de resolver los problemas más apremiantes del mundo sin un diálogo y una cooperación efectivos entre los dos países”, declaró a periodistas el portavoz de Guterres, Stephane Dujarric, en referencia a China y Estados Unidos.
China calificó los ejercicios bélicos, que proseguirán hasta el domingo a mediodía, como una respuesta “necesaria” a la visita de Pelosi. Según Taiwán, 68 aviones de combate y 13 barcos de guerra chinos habían cruzado este viernes la llamada “línea media” del estrecho que separa la isla de China continental.
Este término alude a una coordenada no oficial, pero de aceptación general, a medio camino entre las costas de China continental y las de Taiwán. Los simulacros de China incluyeron un “ataque con misiles convencionales” en la costa al este de Taiwán, dijo el ejército chino.
“No esperábamos que el malvado vecino de al lado mostraría su poderío en nuestras puertas y arbitrariamente pondría en peligro las rutas marítimas más transitadas del mundo con sus ejercicios militares”, dijo el primer ministro, Su Tseng-chang, a la prensa. Periodistas en la isla china de Pingtan vieron un avión de combate sobrevolando la zona y un buque militar chino navegando por el estrecho de Taiwán.
Con información de AFP