El primer ministro haitiano, Ariel Henry, dimitió de su cargo este lunes, 11 de marzo, en medio de la ola de violencia en el país caribeño, según informó el mantadario de Guyana y presidente de turno de la Comunidad del Caribe (Caricom), Irfaan Ali, después de una sesión extraordinaria sobre la situación en Haití con representantes de varios países en Jamaica.
“Tomamos nota de la dimisión del primer ministro, Ariel Henry, la creación de un Consejo Presidencial de Transición y el nombramiento de un primer ministro interino. Quiero hacer una pausa para agradecer a Henry su servicio a Haití, su servicio al pueblo haitiano y su compromiso personal en favor del desarrollo de Haití”, declaró Ali durante la conferencia de prensa de cierre de la reunión de alto nivel.
Dicho consejo ejercerá las autoridades presidenciales durante la transición, operando por mayoría de votos.
Quedarán excluidos de ese grupo cualquier persona que esté acusada o haya sido condenada en cualquier jurisdicción, cualquier persona bajo sanción de la ONU o que pretenda presentarse a las próximas elecciones en Haití, y cualquier persona que se oponga a la resolución 2699 del Consejo de Seguridad de la ONU, que aprueba el despliegue de fuerzas de diversos países para ayudar a la policía haitiana.
Henry, que debería haber abandonado el poder en febrero, es muy cuestionado en su país, donde las pandillas y parte de la población exigían su renuncia.
El primer ministro de Haití fue visto por última vez en Puerto Rico, donde negociaba su regreso a un país marcado por la violencia y controlado por pandilleros fuertemente armados. Con su destino en el aire y la situación en Haití más deteriorada cada día, el mundo se pregunta si el país caerá por completo en la anarquía o se restablecerá alguna apariencia de orden.
Hace décadas que Haití no tiene un Ejército permanente o una fuerza de policía nacional fuerte y bien financiada.
Las intervenciones de Naciones Unidas y Estados Unidos han ido y venido. Sin una tradición de instituciones políticas limpias, los líderes haitianos han utilizado a civiles armados como herramientas para ejercer el poder.
‘Barbecue’, el líder de las pandillas en Haití
Ahora el Estado se ha debilitado hasta el extremo y las pandillas ocupan su lugar.
Los líderes pandilleros, en escenas surrealistas, celebran conferencias de prensa. Y muchos les ven como futuros participantes en las negociaciones sobre el futuro del país.
Un poderoso líder de una de las pandillas que azotan Haití amenazó el pasado martes con una “guerra civil” si el cuestionado primer ministro, Ariel Henry, se mantenía en el poder en el pequeño país caribeño, sacudido por un estallido de violencia.
“Si Ariel Henry no dimite, si la comunidad internacional sigue apoyándolo, nos dirigimos hacia una guerra civil que llevará a un genocidio”, declaró Jimmy Cherizier, apodado ‘Barbecue’, durante una entrevista con la prensa.
“Debemos unirnos. O Haití se convierte en un paraíso para todos o en un infierno para todos”, añadió este expolicía de 46 años, convertido en líder de una coalición de bandas conocida como el G9 y objeto de sanciones de la ONU.
“No se trata de que un pequeño grupo de ricos que viven en grandes hoteles decidan el destino de los habitantes de los barrios populares”, prosiguió.
Estados Unidos envía ayuda adicional
El secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha anunciado este lunes un paquete de 100 millones de dólares (unos 91 millones de euros) adicionales destinados a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, liderada por Kenia, en un momento en el que el repunte de la violencia criminal ha dejado la capital, Puerto Príncipe, bajo control de grupos de delincuentes, lo que ha forzado la dimisión del primer ministro, Ariel Henry, que está fuera del país.
“Dadas las necesidades cada vez más urgentes, anuncio que el Departamento de Defensa de Estados Unidos duplica su apoyo aprobado para la misión, de 100 a 200 millones de dólares, con lo que el apoyo total de Estados Unidos asciende a 300 millones de dólares para este esfuerzo”, declaró tras su encuentro con el primer ministro jamaicano, Andrew Michael Holness, en el marco de una sesión extraordinaria entre varios líderes regionales en Jamaica para tratar la situación en Haití.
La inseguridad en la capital ha provocado que el Ejército estadounidense lleve a cabo una operación para aumentar la seguridad de la Embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe con el objetivo de asegurar el funcionamiento de la misión diplomática al mismo tiempo que se permite la evacuación del personal no esencial, según ha confirmado la propia Embajada.
¿Cómo perjudica a Haití el dinero de las pandillas?
Las pandillas, al igual que muchos políticos y empresarios, ganan dinero de una combinación ilícita de “impuestos” reunidos a través de la extorsión, secuestros y contrabando de drogas y armas, dijo Fatton.
“Hay toda clase de redes criminales en la zona”, indicó.
Después de Préval, pandillas, políticos y empresarios exprimieron cada dólar que pudieron, dijo François Pierre-Louis, profesor de ciencias políticas en el Queens College en The City University de Nueva York.
“Era una jornada de puertas abiertas para pandillas, drogas, el país básicamente (...) se convirtió en un narcoestado”, afirmó. “Las pandillas ganaron poder y no sólo tenían poder, tenían protección del estado, políticos que las protegían”.
*Con información de AFP, AP y EuropaPress