La economía de Estados Unidos generó durante el pasado mes de julio un total de 528.000 nuevos empleos no agrícolas, el doble de lo esperado por el consenso del mercado, mientras que la tasa de desempleo se redujo una décima, hasta el 3,5 %, informó la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo, que ha confirmado el regreso “tanto del empleo no agrícola como de la tasa de desempleo a sus niveles previos a la pandemia de febrero de 2020″.

De este modo, el crecimiento neto del empleo en julio se aceleró sustancialmente respecto de los 398.000 empleos netos generados en junio y los 386.000 en el mes de mayo. “El crecimiento del empleo fue generalizado, impulsado por ganancias en el ocio y la hospitalidad, los servicios profesionales y comerciales, y la atención médica”, explicó el Departamento de Trabajo.

Entre los desempleados, el número de cesantes de larga duración se redujo en 269.000 personas en julio, hasta los 1,1 millones, lo que equivale al 18,9 % del total de desempleados. Esta medida ha vuelto así a su nivel de febrero de 2020.

El número de ocupados a tiempo parcial por motivos económicos aumentó en 303.000 personas, hasta los 3,9 millones. Este aumento reflejó un aumento en el número de personas cuyas horas fueron recortadas debido a la falta de trabajo o las condiciones comerciales. El número de personas empleadas a tiempo parcial por razones económicas está por debajo de su nivel de 4,4 millones en febrero de 2020.

Asimismo, el 7,1 % de las personas ocupadas teletrabajó debido a la pandemia de coronavirus, sin cambios con respecto al mes anterior. Un total de 2,2 millones de personas informó que no habían podido trabajar porque su empleador cerró o perdió el negocio debido a la pandemia, en línea con el mes anterior.

Esta importante cifra llega día después que Estados Unidos entrara en recesión técnica en el segundo trimestre de 2022, debido a que su producto interior bruto (PIB) experimentó una caída del 0,2 %, tras ya haberse contraído un 0,4 % en los tres primeros meses del año. Esto se desprende de la primera estimación del dato publicada por la Oficina de Análisis Económico del Gobierno estadounidense (BEA, por sus siglas en inglés).

Se denomina recesión técnica, según el consenso de los economistas, a la situación económica que se da al encadenar dos trimestres de contracción económica.

La BEA ha explicado que entre abril y junio se registraron descensos en inversión privada en inventarios, en inversión residencial fija, en el gasto del Gobierno y en inversión fija no residencial. No obstante, estos retrocesos fueron compensados en parte por un alza en las exportaciones y el gasto de los consumidores.

El organismo también explicó que la contracción económica del segundo trimestre se produjo en un contexto de “continua inflación”, bajo desempleo, tipos de interés al alza y problemas persistentes en las cadenas de suministro.

Debido a esta contracción, el PIB de Estados Unidos al cierre del segundo trimestre de 2022 era un 2,5 % superior al observado al finalizar el cuarto trimestre de 2019, antes de cualquier impacto de la pandemia del covid-19. En el primer trimestre, este dato estaba un 2,7 % por encima.

En términos puramente anualizados, la forma preferida por la Oficina de presentar los datos, el PIB de Estados Unidos se contrajo un 0,9 % en el segundo trimestre del año, frente al descenso anualizado del 1,6 % del primer trimestre.

Con información de Europa Press