El juez de Nueva York que presidió el juicio de Donald Trump por pagos ocultos a una exactriz porno aplazó la sentencia hasta después de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Estaba previsto que el candidato republicano a la Casa Blanca conociera la sentencia el 18 de septiembre tras haber sido declarado culpable de falsificar registros contables, pero el juez Juan Merchán lo aplazó al 26 de noviembre.
La decisión del juez Juan Merchán se conoció minutos después de que Trump pronunciara un extenso discurso sobre sus problemas legales.
“No es una decisión que este Tribunal tome a la ligera, pero es la decisión que, en opinión de esta corte, favorece más los intereses de la justicia”, afirma el magistrado de origen colombiano.
Los abogados de Trump habían solicitado el aplazamiento.
Trump fue declarado culpable en mayo de 34 cargos de “falsificación contable agravada para ocultar” los pagos hechos a una exactriz porno para que guardara silencio sobre una relación extramatrimonial que ella asegura haber mantenido con él en 2006, de modo que no le perjudicara en las elecciones de 2016.
Inicialmente, estaba previsto que conociera la sentencia el 11 de julio, pero se retrasó después de que la Corte Suprema dictaminara que un expresidente estadounidense goza de amplia inmunidad penal.
Los abogados de Trump habían pedido que se desestimara la condena de Nueva York tras el fallo de la Corte Suprema.
Merchán afirma que se pronunciará sobre la moción de desestimación el 12 de noviembre y retrasó la sentencia hasta después de las elecciones.
En teoría, Trump se enfrenta a hasta cuatro años de prisión por cada cargo, pero es poco probable que vaya a suceder.
El expresidente había convocado a los periodistas a una rueda de prensa en una de sus propiedades en Nueva York, la Trump Tower, sin ningún motivo en particular.
El exmandatario habló de su juicio civil por agresión sexual y de la condena penal de finales de mayo, y lo calificó, como suele hacer, de “caza de brujas” para impedirle ganar los comicios.
Visiblemente irritado, el expresidente atacó incluso a sus abogados, que se quedaron atónitos. Está “decepcionado” con su trabajo, dijo.
Al cabo de 40 minutos empezó a hablar de su rival Kamala Harris, diciendo que él la aventajaba mucho en las encuestas, cuando en realidad están muy igualados.