SEMANA pudo confirmar que se está presentando un incendio en la prisión civil de Puerto Príncipe, una de las penitenciarías más importantes de Haití, en plena escalada de violencia entre la Policía y las pandillas que pedían la dimisión del primer ministro.
Pierre René François, director de la administración penitenciaria, informó al medio local haitiano RTVC que los prisioneros que quedaban en la prisión ya fueron transferidos a otros centros de detención después del ataque llevado a cabo la semana pasada en ese lugar.
Por el momento, se desconoce el origen de las llamas y se investiga si está relacionado con la actividad de las bandas armadas, según ha informado la emisora Radio Caraibes.
Cabe resaltar que en la penitenciaría no se encontraba ninguno de los colombianos implicados en el asesinato del expresidente Jovenel Moïse.
El pasado 3 de marzo, Al menos una decena de personas murieron luego de que pandilleros atacaran por la noche la principal prisión de la capital de Haití y provocaran la fuga de varios miles de presos, según informaron el domingo un periodista de la AFP y una ONG.
Pocos días después, Henry anunció en un discurso a la nación su dimisión, presentada antes ante el Consejo de Ministros. El Gobierno actual se mantendrá hasta el nombramiento de un nuevo Consejo Presidencial, que elegirá a un primer ministro interino.
La dimisión del jefe de Gobierno tuvo lugar tras una reunión de emergencia de la Comunidad del Caribe (Caricom) con delegaciones de otros países como Estados Unidos o Francia en la capital de Jamaica, Kingston, que trataban de buscar una “salida” a la violencia armada que lleva años asolando al país caribeño.
Los 17 exmilitares colombianos detenidos por el asesinato de Moïse, que se encontraban en la prisión asaltada días antes, decidieron no huir tras amenazas de muerte de una banda criminal, dijo su abogada Sondra Macollins, esto hizo que fueran trasladados a otro centro de detención.
Tras la muerte de Moïse, Haití se ha visto sumida en una grave crisis política, humanitaria y de seguridad, con las fuerzas estatales desbordadas por la violencia de bandas que tomaron control de zonas enteras del país.
Un periodista de la AFP que visitó la cárcel asaltada el pasado domingo por la mañana vio una decena de cadáveres en los alrededores de la prisión. Algunos presentaban impactos de armas de fuego.
“Se contaron muchos cadáveres de detenidos”, declaró a la AFP Pierre Espérance, director ejecutivo de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH).
Los exsoldados fueron trasladados de esa cárcel el domingo, luego de una solicitud de la cancillería colombiana, que pidió proteger “la integridad física y seguridad” de los reclusos. Autoridades de Colombia y familiares han denunciado maltrato dentro de la prisión.
“Anoche ya confirmamos que fueron trasladados a la estación de policía donde estuvieron (...) las primeras semanas cuando fueron capturados y ahí se encuentran en custodia, todos vivos”, precisó Macollins.
Con información de AFP*