El gobernador ucraniano de la región de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, anunció este miércoles, 12 de octubre, que un ataque ruso en un mercado en la ciudad de Avdivka, cerca de la línea del frente en el este de Ucrania, causó al menos siete muertos y dejó ocho heridos.
“Un bombardeo temprano en Avdivka causó al menos siete muertos y ocho heridos. Los rusos atacaron el mercado central, donde se encontraban muchas personas en ese momento”, declaró en su cuenta de Telegram.
Ucrania culpa a las tropas rusas por estos nuevos bombardeos. Según el mandatario local, el ataque se produjo a primera hora, en un momento en el que había “mucha gente” en el mercado. “No hay lógica militar (...), solo un deseo desenfrenado de matar a la mayor cantidad posible de nuestra gente e intimidar a otros”, agregó Kyrylenko.
El gobernador regional afirmó que este hecho dejaba ver la “esencia de los rusos. Incapaces de resistir al ejército ucraniano, ‘luchan’ con civiles desarmados”, y urgió a la población para que evacuara cuanto antes porque la prioridad ahora “es sobrevivir”.
Donetsk ha sido uno de los principales puntos de confrontación entre las tropas de Kiev y Moscú, además de ser parte de las cuatro regiones que el gobierno de Vladimir Putin reivindica como propias, tras una anexión decretada este mismo mes y que incluye a otras zonas como Zaporiyia, Jersón y Lugansk.
Retórica nuclear “provocadora”
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que la “retórica” de Occidente sobre el uso de armas nucleares, en la escalada actual del conflicto, se estaba convirtiendo en un asunto que no permite una solución. “Todos los días. Creemos que esta práctica es dañina y provocativa. Rusia no quiere participar en tales prácticas y no lo hace”.
Peskov también descartó que, por ahora, se hubiese contemplado un eventual encuentro entre la administración de Vladimir Putin y la de Joe Biden. “Hasta donde yo sé, no se han tomado iniciativas sobre la organización de contactos bilaterales de alto nivel en el lado ruso o en el lado estadounidense”, señaló.
Por su parte; en el marco de la reunión entre los líderes del G7 el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llamó a que se establezca un “escudo antiaéreo” sobre el que dijo que “millones de personas estarán agradecidas”. El mandatario también advirtió que Moscú cuenta aún con “medios para intensificar su ofensiva”.
“Acto de terrorismo internacional”
En esta jornada, el mandatario ruso calificó como un “acto de terrorismo internacional” las fugas de gas detectadas hace unos días en los gasoductos de Nord Stream. Para él, los ataques a los oleoductos que fueron catalogados por Occidente como “un sabotaje” sientan un “precedente peligroso”.
Según Moscú, el incidente en las instalaciones energéticas beneficia tanto a Washington como a Polonia.
“Los beneficiados están claros (...). Puesto que (este incidente) refuerza la importancia geopolítica de los sistemas de gas restantes, el que pasa por el territorio de Polonia (...) y de Ucrania, y que Rusia construyó asumiendo el costo. Pero también a Estados Unidos, que ahora puede entregar su energía a precios elevados”, subrayó Putin.
Dos días antes, el Gobierno sueco rechazó que Moscú acceda a las pesquisas que adelanta sobre el supuesto sabotaje y le sugirió que lleve a cabo indagaciones por su cuenta. “En Suecia, las investigaciones preliminares son confidenciales y evidentemente, es el caso en este tema”, declaró en rueda de prensa la dimitida primera ministra, Magdalena Andersson.
“Cada país es libre de llevar a cabo sus propias investigaciones, ya que se trata de aguas internacionales”, agregó Andersson, quien renunció el 14 de septiembre, pero continúa en el cargo hasta que se logre formar un gobierno.
Los gasoductos, objeto de discrepancia, conectan los yacimientos de gas rusos con Alemania por medio del mar Báltico.
*Con información de AFP y Europa Press.
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