Rusia empezará a desplegar ojivas nucleares en Bielorrusia en julio, indicó este viernes el presidente Vladimir Putin.
El mandatario ruso pareció contradecir así a su homólogo y aliado bielorruso, Alexander Lukashenko, quien había anunciado en mayo que el traslado de dichas armas ya había empezado.
“Como usted sabe, el acondicionamiento de las instalaciones (para las armas nucleares) concluirá el 7 u 8 de julio, y de inmediato tomaremos las medidas vinculadas al despliegue en su territorio de las armas en cuestión”, declaró en una entrevista con Lukashenko en Sochi, en el suroeste de Rusia.
Durante ese encuentro, señaló que “todo avanza según el plan”. “En general, la situación está estabilizada, diría que es incluso buena. Tengo confianza en ello”, afirmó.
El despliegue empezará justo antes de la cumbre de la Otan programada los días 11 y 12 de julio en Lituania, país fronterizo con Bielorrusia. En el encuentro se hablará de la candidatura de Ucrania a integrar la alianza militar.
El pasado 25 de marzo, Putin anunció que, siguiendo la petición de Bielorrusia, desplegaría armas nucleares tácticas en el país siguiendo “el ejemplo de Estados Unidos y sus aliados”.
Además, indicó que el 1 de julio estaría lista una instalación de almacenamiento para armas nucleares en suelo bielorruso.
Moscú ha enviado ya un sistema de misiles “Iskander”, que puede portar ojivas nucleares, y ha enviado equipamiento a Bielorrusia para hacer uso de munición especial.
Las llamadas armas nucleares “tácticas” pueden provocar inmensos daños, pero su radio de destrucción es inferior al de las armas nucleares “estratégicas”.
El anuncio suscitó una lluvia de críticas de la comunidad internacional, y en particular de Occidente.
A comienzos de abril, Rusia dijo haber empezado a formar a los militares bielorrusos en el empleo de armas nucleares “tácticas”. Y a fines de mayo, Lukashenko afirmó que el envío de armas nucleares rusas a Bielorrusia había empezado ya.
Rusia acusa a Ucrania ante la CIJ
Este anuncio se produjo luego de que Rusia acusó a Ucrania ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de haber destruido la represa de Kajovka con bombardeos “masivos” de artillería, y rechazó las acusaciones de Kiev, que dijo que Moscú estaba detrás de lo ocurrido.
“Ucrania declaró que Rusia voló la represa en Nova Kajovka. En realidad, es Ucrania la que lo hizo”, declaró ante la Corte en La Haya el diplomático ruso Alexander Shulgin. Añadió que “el régimen de Kiev no solo lanzó ataques masivos de artillería contra la represa (...) sino que llevó deliberadamente el nivel de agua del embalse de Kajovka a un nivel crítico”.
Shulgin, embajador ruso en los Países Bajos, no presentó pruebas para sostener sus declaraciones.
Por su parte, Ucrania afirmó que fue Moscú el que detonó la represa que estaba en territorio controlado por Rusia, lo que provocó una enorme inundación.
Ucrania y Rusia presentan esta semana sus argumentos ante los jueces de la CIJ en un caso en el que Kiev acusa a Moscú de respaldar durante años a los rebeldes separatistas en el este de Ucrania.
Ucrania alega en este procedimiento llevado ante la CIJ en 2017 que Rusia transgredió las convenciones de la ONU sobre financiación del “terrorismo” y sobre discriminación racial por su rol en el conflicto en el este de su territorio que estalló en 2014.
Kiev busca compensaciones por los ataques de los rebeldes separatistas, incluyendo el derribo del avión de Malaysia Airlines MH17 en el este de Ucrania en julio de 2014, que dejó 298 muertos.
En línea con el argumento del presidente ruso para justificar la invasión de Ucrania en febrero de 2022, el embajador Shulgin dijo que Kiev “no tiene autoridad moral” y que estaba oprimiendo a la población del este del país.
“Este régimen llegó al poder con un violento golpe en 2014 apoyado por nacionalistas que eran descendientes directos de colaboradores de los nazis en la Segunda Guerra Mundial”, dijo.
La defensa de Rusia en el juicio cuestionó las afirmaciones de Ucrania sobre el derribo del MH17 y los ataques de separatistas contra ciudades ucranianas a partir de 2014.
El abogado británico Michael Swainston, que representa a Moscú, dijo a la CIJ que “los perjuicios en los conflictos armados a civiles son inevitables y no implican terrorismo”.
“Y, por supuesto, los soldados también cometen errores”, añadió.
Swainston afirmó que las acusaciones de que Rusia suministró el misil y apoyó a los rebeldes que derribaron el vuelo MH17 se basan en fuentes “digitales disparatadas y sin fundamento”, como las redes sociales.
*Con información de Europa Press y AFP.
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