Un colectivo de búsqueda de personas desaparecidas localizó varias fosas clandestinas con al menos 22 cuerpos en Tamaulipas (norte de México), un estado golpeado por la violencia ligada al crimen organizado, informaron este lunes autoridades.

El hallazgo fue realizado en un predio de Reynosa, ciudad fronteriza con Estados Unidos, en donde el colectivo trabaja desde el viernes pasado.

“Se han encontrado exactamente 11 fosas en este tiempo y se calcula que pueden ser 22 cuerpos”, dijo a la cadena Milenio Jorge Cuéllar, vocero en temas de seguridad del gobierno de Tamaulipas.

Cuéllar añadió que la Fiscalía local está a cargo de las investigaciones y que posteriormente se informará un balance final del número de cuerpos hallados.

Detalló que la mayoría de las osamentas tienen entre 10 y 14 meses enterradas en la zona.

Motivados por la desesperación y la falta de resultados en las investigaciones, familiares de desaparecidos buscan por su propia cuenta a sus seres queridos, usualmente en lugares inhóspitos del país a donde acuden con picos y palas.

Los familiares de los desaparecidos le piden al gobierno que agote todas las posibilidades para hallar a sus seres queridos. (Photo by ULISES RUIZ / AFP) | Foto: AFP or licensors

Fronterizo con Estados Unidos, Tamaulipas es sede de constantes enfrentamientos entre grupos del crimen organizado que se disputan las lucrativas rutas de trasiego de drogas.

En marzo, cuatro estadounidenses fueron secuestrados en la ciudad de Matamoros por presuntos narcotraficantes.

Con unos 13.000 registros, Tamaulipas es el segundo estado de México con mayor número de personas desaparecidas, después de Jalisco, que suma 14.987 casos.

En total, México suma 110.000 casos de personas desaparecidas de 1962 hasta la fecha, una “tragedia humana” según las Naciones Unidas.

El país registra más de 350.000 asesinatos, la mayoría atribuidos a las organizaciones criminales, desde el lanzamiento de una polémica estrategia militar antidrogas en diciembre de 2006.

El hallazgo es noticia un día después de que cientos de familiares de desaparecidos marcharon en Guadalajara para exigir a las autoridades que no descarten ninguna búsqueda, pese al ataque letal contra una patrulla policial que acudió a verificar la supuesta existencia de una fosa.

Seis policías murieron hace poco en un reciente ataque con carro bomba en Tlajomulco, Jalisco, cuando iban a verificar la existencia de una fosa común donde habrían cadáveres de desaparecidos. (Photo by ULISES RUIZ / AFP) | Foto: AFP or licensors

Ese ataque fue perpetrado el 11 de julio en el municipio de Tlajomulco, murieron cuatro policías y dos civiles, y según las averiguaciones se produjo cuando los oficiales acudían a verificar pistas sobre una fosa clandestina reportada en una llamada anónima a una integrante de un colectivo civil que busca a personas desaparecidas.

El gobierno de Jalisco (oeste), al que pertenece Guadalajara, determinó dejar de dar respuesta oficial a ese tipo de indicaciones de personas que no dan sus datos personales, sin precisar por cuánto tiempo.

“No tienen consideración del dolor que se vive día a día (...) Bajo las llamadas anónimas, es como nosotros hemos estado encontrando a esas personitas (en tumbas ilegales) y las hemos estado regresando a casa”, dijo a la AFP Virginia Ponce, que busca a su hijo, Víctor Hugo Meza Ponce, desde el 20 de julio de 2020.

El de los desaparecidos es uno de los peores problemas de derechos humanos que afronta el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. | Foto: Luis Barron / Eyepix Group / Future Publishing

Ante la falta de resultados de las investigaciones, madres, nietos, hijos de personas cuyo paradero se desconoce realizan constantemente expediciones con picos y palas en varios puntos inhóspitos e inseguros de México, y en algunas ocasiones han sido atacados por criminales incluso cuando las han realizado custodiados.

“Basta de simulación y desprecio por parte de las autoridades, queremos que continúen las búsquedas como deben de ser, con resguardo” policial, dijo a la AFP María Guadalupe Aguilar, portando una foto de su hijo José Luis Arana, de quien no sabe nada desde el 17 de enero de 2011.

Sectores de Tlajomulco se han convertido en auténticos cementerios. Unos 200 cuerpos han sido encontrados allí en fosas clandestinas este año, un fenómeno ligado a guerras entre cárteles, aunque no todas las víctimas estén involucradas en delitos.

Las llamadas anónimas permiten a “personas brindar información relevante, sin temor ni miedo a represalias”, argumentaron en un comunicado 26 organizaciones.

Con información de AFP.