En uno de sus tradicionales discursos de las mañanas, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador anunció que su país pondrá en “pausa” las relaciones con las embajadas de los Estados Unidos y Canadá, todo en medio de lo que él cataloga como un caso de injerencia extranjera en su territorio después de las serias críticas que tuvieron diplomáticos de los dos países después de la polémica reforma a la justicia que se lleva a cabo en la nación azteca.
“La relación continúa, pero ojalá y haya de parte de ellos una ratificación de que van a ser respetuosos de la independencia de México, de la soberanía de nuestro país, pero mientras no haya eso y sigan con esa política, hay pausa”, anunció el mandatario en su más reciente declaración en respuesta a los comentarios de los embajadores estadounidense y canadiense que desataron el enojo del presidente mexicano de izquierda.
Esto recordando que Estados Unidos y Canadá han explicado sus preocupaciones, especialmente financieras, ante la muy próxima aprobación de la reforma al Poder Judicial, donde la elección de jueces mediante voto popular y la reducción de ministros en la Suprema Corte han hecho que desde ambos países muestren su rechazo sobre lo que consideran una afrenta a la independencia del poder.
“¿Qué casualidad que al mismo tiempo que se pronuncian en México a través de la Embajada (de Estados Unidos), lo hacen los canadienses? Que también es de pena ajena, con todo respeto al Gobierno de Canadá, o sea, parece estar asociado, juntos”, aseguró el mandatario del país mexicano en su discurso de la mañana del martes.
En las declaraciones, el presidente López Obrador aseguró que su gobierno no apruebas las opiniones de parte del embajador de los Estados Unidos. “¿Cómo le vamos a permitir al embajador (Ken Salazar), con todo respeto, que esto no es asunto de pleito de enemistades, pero cómo le vamos a permitir que él opine que está mal lo que estamos haciendo? Pero no vamos a decir que abandone el país, eso no, pero sí le tenemos que leer la Constitución”.
El funcionario de los Estados Unidos había criticado duramente la propuesta reforma al calificarla como “un riesgo de importancia para el funcionamiento de la democracia de México”, diciendo que con dicha legislación,“se aprovecharan de jueces inexpertos y con motivaciones políticas”. De igual manera, anuncio que la relación comercial entre ambos países se vería comprometida en caso de que la ley fuese aprobada.
Por su parte, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum mostró su férreo respaldo al proyecto apoyado por López Obrador. “Cuándo venía en campaña les hacía una pregunta, ¿qué es mejor?, que a los ministros de la Suprema Corte los elija la Cámara de Senadores o el pueblo de México. A ver, levante la mano quien crea que el pueblo de México. Esa es la reforma judicial que se está planteando, que el Poder Judicial también lo elija el pueblo, para que le rinda cuentas al pueblo de México”, dijo la futura mandataria de los mexicanos.