Las sospechas de espionaje de parte del Gobierno de México a periodistas y organizaciones de derechos humanos no es noticia de hoy, desde el año 2017 y retomados en 2021 durante el gobierno del expresidente Peña Nieto, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) de México informó de la aparición de 31 contratos firmados por el mandatario con empresas vinculadas al software de espionaje israelí Pegasus.
En el año 2021 se reveló una exhaustiva investigación de The Washington Post en el que se encontraba a México como el país con el mayor número de teléfonos vinculados a la lista de Pegasus (15.000 registros).
Después, investigaciones que llevaron a cabo miembros del laboratorio CitizenLab en la Universidad de Toronto les llevaron a hallar pruebas que vincularían al gobierno de López Obrador a la utilización del programa de espionaje contra un defensor de Derechos Humanos y dos periodistas.
De hecho, durante los últimos años se han realizado diferentes investigaciones como la que lideró la Red de Defensa de los Derechos Digitales (R3D) en las que encontró pruebas que vinculan a SEDENA (Secretaría de Defensa Nacional) con tres casos nuevos de espionaje registrados desde el año 2019 al año 2021.
Tras esta investigación salen a la luz filtraciones por parte de piratas informáticos conocidos como “Guacamaya” que habrían ingresado a una base de datos del Ejército de México, y pudieron filtrar información que asegura que la institución habría continuado usando el software Pegasus durante el actual gobierno para espiar a diferentes objetivos.
Uno de ellos es un periodista, un columnista y un activista de derechos humanos quienes según medios como Animal Político, Aristegui Noticias y Proceso habrían sido intervenidos a través de sus teléfonos celulares.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, al ver las denuncias en contra suya y de su gobierno decidió en una de sus conferencias de prensa matutinas salir a desmentir el hecho: “El Ejército no se mete a hacer espionaje en el tiempo que llevamos nosotros. Lo que se hace es inteligencia para enfrentar a los delincuentes”, dijo.
Sobre Pegasus, el presidente no confirmó ni negó que su gobierno siguiera haciendo uso del programa pero dijo que el Ejército entregará un informe al respecto.
También el mandatario dijo que su gobierno no era como los anteriores que espiaban a periodistas u opositores y aseguró que esto hacía parte de una estrategia de sus adversarios políticos para desprestigiar al gobierno actual.
López Obrador defendió al Ejército asegurando que el uso exclusivo de programas informáticos con “fines de inteligencia mas no de espionaje”, esto después de que uno de los periodistas más reconocidos de México, Carlos Loret de Mola, asegurara que el grupo de hackers ya mencionados habían obtenido importante información de bases de datos militares entre los años 2016 y 2021.
El presidente también se refirió a uno de los periodistas que presuntamente habrían sido espiados, Ricardo Raphael, analista político y académico reconocido en el país, el jefe de estado dijo que no tenía ningún sentido espiarlo y que “La verdad, él no es un criminal, él es simpatizante del movimiento de derecha y a lo más es un vocero del movimiento conservador”.
Cabe recordar que las filtraciones de Guacamaya también habrían encontrado información sobre el riesgo de infarto que habría llevado al presidente López Obrador a realizarse un cateterismo a lo que respondió el presidente de esta forma: “Lo de la ambulancia que fue a Palenque a principios de enero (fue) porque había un riesgo de infarto y me llevaron al hospital y me recomendaron un cateterismo”. También se encontró la información de presuntas denuncias de acoso sexual en las Fuerzas Armadas Mexicanas.
*Con información de AFP y Europa Press.