En un hecho histórico, por primera vez este martes una mujer negra y gay fue elegida alcaldesa de la tercera ciudad más grande de Estados Unidos, Chicago, que enfrenta difíciles problemas de desigualdad económica y violencia con armas de fuego. Lori Lightfoot, una ex fiscal federal y abogada en ejercicio de 56 años que nunca antes había desempeñado un cargo electo, superó a Toni Preckwinkle, también afroamericana, por un amplio margen de 74% contra 26% de los votos en los resultados preliminares, ya con la mayoría del escrutinio realizado. Le puede interesar: Gays unidos contra la opresión Lightfoot se convertirá en la primera alcaldesa abiertamente homosexual de Chicago y la primera mujer afroamericana en ocupar el cargo. Desde 1837, los votantes de esta ciudad han elegido solo un alcalde negro y una alcaldesa mujer. Preckwinkle es la jefa ejecutiva del condado de Cook, donde está Chicago, lo que según los analistas le jugó en contra en una elección que se inclinaba por un cambio. "La gente espera que ocurra algo diferente. Ser el buque para eso es abrumador", dijo Lightfoot a reporteros antes de que se abrieran las urnas. Los votantes dejaron pocas dudas de que quieren que el próximo alcalde aborde los principales problemas que afligen a la ciudad de 2,7 millones de habitantes, especialmente las disparidades económicas y la violencia con armas de fuego que cobran más vidas que en otras ciudades importantes de Estados Unidos. Más de 550 personas fueron asesinadas en Chicago el año pasado debido a la violencia de pandillas, a menudo alimentada por el tráfico de drogas, la mayoría en los barrios afroamericanos y con dificultades económicas. El grupo respaldó a Lori Lightfoot, quien ganó la carrera por la alcaldía de Chicago, a pesar de nunca haber ocupado un cargo público. Los jóvenes estadounidenses están "observándonos, y están viendo el comienzo de algo bueno, un poco diferente", dijo Lightfoot en su discurso de victoria. "No importa a quién ames, siempre y cuando ames". Esa aceptación se está extendiendo en todo el país, empoderando a una comunidad que tradicionalmente ha estado poco representada en la política de Estados Unidos, donde la orientación sexual y los valores familiares a menudo han generado debate. En 2006, las encuestas mostraron que la mayoría de los estadounidenses se sentían incómodos o tenían dudas sobre un candidato presidencial gay. Según una encuesta de NBC News de esta semana, en estos momentos, un 68% está entusiasmado o cómodo con un candidato de ese colectivo. Le sugerimos: El mundo y los gays El Congreso ahora tiene un número histórico de miembros abiertamente lesbianas, homosexuales o bisexuales: ocho en la Cámara de representantes con 435 escaños y dos en el Senado, de 100 miembros. En noviembre pasado, Jared Polis, de Colorado, se convirtió en el primer gobernador electo abiertamente homosexual. "A medida de que la nación acepta más a las personas LGBTQ, los votantes se enfocan menos en la orientación sexual y la identidad de género y más en sus posiciones y sus visiones para el futuro, y tienden a gustarles lo que ven", le dijo a la AFP Elliot Imse del Victory Fund, el miércoles. Pero mientras los estadounidenses LGBTQ representan el 4,5% de la población, solo tienen el 0,1% de los cargos electos en todo el país, dijo. "Es increíble el progreso que se está haciendo, pero los números que tenemos que compensar son también bastante extraordinarios". * Con información de AFP.