El paso del expresidente Donald Trump por la Casa Blanca fue tortuoso. Durante cuatro años fueron pan de cada día los insultos, las burlas y los ataques personales por parte de Donald Trump hacia todos sus rivales políticos.
Sin embargo, el pasado 6 de enero, luego de que Trump ofreciera un discurso cargado de odio y violencia que motivó a sus seguidores a tomarse el Capitolio violentamente; el expresidente cruzaba una línea que lo catalogaba como un peligro real para Estados Unidos y su democracia.
Un duro golpe que alertó al Senado norteamericano del peligro que representa Donald Trump a la democracia y a los Estados Unidos. Por esta razón, el órgano de control tiene en sus manos el juicio político del expresidente, y podrá decidir sobre el futuro político del mandatario. Este es el segundo juicio político al que se enfrenta Trump en menos de un año; en el primero fue acusado de abuso de poder, que se conoció como el Ucraniagate, y obstrucción en el congreso. El juicio duró varias semanas, pero al final el expresidente fue absuelto.
No obstante, este caso se espera que termine en los próximos días. Los demócratas presentaron un gran número de videos que retratan el violento ataque al Capitolio. En muchos de ellos, los simpatizantes de Trump declaran con orgullo que estaban obedeciendo las “órdenes del presidente” para luchar en contra del supuesto fraude electoral que acusó Trump tras perder las elecciones con el demócrata, Joe Biden. Según los fiscales del caso, el expresidente está acusado de incitar esta invasión, luego de que en múltiples oportunidades le ordenara a sus seguidores que “detuvieran el robo”.
“Si pretendemos que esto no sucedió, o peor aún, si lo dejamos sin respuesta ¿Quién puede decir que no volverá a suceder”, dijo Joe Neguse, fiscal Representante. En múltiples oportunidades los miembros del partido demócrata han expresado su preocupación por el poder de Donald Trump en las redes sociales y en sus seguidores, pues según ellos, en cualquier momento podría motivarlos para que realicen acciones violentas similares.
Se espera que este viernes la defensa del expresidente tome la palabra ante el Senado. El argumento principal se centrará en que, a pesar de que los actos ocurridos en el Capitolio son realmente terribles, no fue obra directa del entonces presidente. El proceso podría terminar con una votación este fin de semana en la que los senadores actuarán como jurados de acusación.
Los demócratas, con pocas esperanzas de lograr conseguir dos tercios del Senado para condenar al expresidente, encaminar sus esfuerzos presentando una serie de pruebas más gráficas al público sobre los hechos ocurridos el 6 de enero; mientras que la defensa de Trump, y los republicanos, apelan a las cuestiones legales más que emocionales o históricas, con la esperanza de terminar el juicio político lo más rápido posible. Sin embargo no es una tarea nada fácil, pues cinco personas perdieron la vida en este hecho.
Aunque ambos juicios políticos a los que se ha enfrentado Trump son diferentes, los fiscales le han advertido a los senadores que el expresidente no ha mostrado límite alguno, por lo que representa un peligro continuo a la sociedad si no es condenado.
“Fuimos invitados aquí”, dijo uno. “Él estará feliz. Estamos luchando por Trump”, dijo otro. “Trump nos envió”. Son los testimonios de los manifestantes que se pueden apreciar en los videos presentados en el juicio político. “Realmente creían que toda la intrusión fue por orden del presidente”, dijo Diana Deggete, representante de Colorado. “El presidente les dijo que estuvieran allí”.
Aunque la mayoría de los jurados del Senado parecían haber tomado ya su decisión de absolver a Trump, los videos expuestos y en especial el testimonio de los manifestantes, puede ser clave para que más de uno replantee su decisión inicial. En los videos además se pueden observar luchas entre los alborotadores y la policía, mientras cantaban en contra de Mike Pence y Nancy Pelosi. Por esta razón enfatizaron en lo cerca que estuvieron los violentos a los líderes de la nación y el peligro que esto significaba. El objetivo principal fue presentar a Trump como el “incitador jefe” y no como un espectador inocente. “Este ataque nunca hubiera ocurrido si no fuera por Donald Trump”, dijo la representante Madeleine Dena.
Por su parte, los abogados de Trump han expresado su desacuerdo pues no consideran que los ataques estén vinculados de alguna manera con el expresidente. Lo más probable es que los abogados culpen a los alborotadores. Además, afirman que el expresidente no puede ser condenado porque ya salió de la Casa Blanca, a pesar de que el Senado rechazó este argumento en votación el pasado martes.