The Intercept Brasil divulgó el domingo fragmentos de mensajes que comprometerían la imparcialidad de la Operación Lava Jato, que llevó tras las rejas a centenas de políticos y empresarios brasileños en los últimos años, entre ellos el expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva. Entre los implicados está Sergio Moro, quien se desempeñó como uno de los jueces más admirados en el caso Lava Jato por su supuesta imparcialidad y eficacia. Para muchos brasileños, Moro acusó e investigó a cualquier político o empresario que hubiera metido sus manos en el escándalo más grande de corrupción, tanto así que logró poner al expresidente más popular de Brasil tras las rejas. Le sugerimos: El desembarco que cambió la historia Su aparente transparencia y apego a la ley dio la impresión de ser un juez imparcial que siempre veló por la verdad. Ahora, mientras se desempeña como ministro de justicia de Jair Bolsonaro, sobre su reputación ahora pesan serias dudas. Los periodistas a cargo de la investigación afirman que las conversaciones entre fiscales que participaron en la operación y Sergio Moro se produjeron entre 2015 y 2017 y fueron obtenidas de una fuente anónima. El Ministerio Público condenó la obtención de los mensajes, pero no cuestionó la veracidad de los mismos. Algunos de los fragmentos que causaron más impacto están relacionados con el bloqueo de una entrevista al encarcelado Lula durante la campaña electoral, las dudas sobre el caso por el cual el expresidente fue condenado a 8 años y 10 meses de cárcel y la aparente coordinación entre los fiscales y el juez para el avance de las investigaciones. Entrevista con Lula Entre las dos vueltas de las elecciones presidenciales de octubre pasado, un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) impidió que el carismático dirigente, detenido en Curitiba (sur) desde abril de 2018, concediese una entrevista, previamente autorizada, al diario Folha de S. Paulo por temor a que favoreciera a su delfín Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), frente al ultraderechista Jair Bolsonaro, que ganó el duelo. Los pasajes de las conversaciones divulgados el domingo por The Intercept Brasil evidencian que, antes de que el juez Luiz Fux (STF) suspendiera la entrevista los fiscales discutían estrategias para impedirla, valorando que podría favorecer a Haddad, en segundo lugar en las encuestas detrás de Bolsonaro. En las conversaciones filtradas, un fiscal sugiere en septiembre de 2018 convocar a una rueda de prensa para diluir el foco en la entrevista. Julio Noronha - 17:43:37 Como Lewa [el juez del STF Ricardo Lewandonski] ya autorizó, creo que hay sólo dos escenarios: a) La entrevista sólo para FSP, posiblemente con el "circo armado y preparado"; b) intentar ampliar para otros, para QUE el "cir[c]o" esté menos armado y preparado, con chances de que la causa del posible tumulto finalmente no ocurra. Cuando el juez Fux suspende la entrevista (FECHA), los fiscales celebran. Januário Paludo – 23:41:02 Me enteré ahora… Deltan [Dallagnol] – 23:41:32 Rsrsrs [Risas] Athayde Costa – 23:42:02 El ambiente en el STF debe estar genial Le puede interesar: Un pasajero abrió la puerta de emergencia de un avión; pensó que era la entrada al baño Dudas sobre el tríplex En septiembre de 2016, Deltan Dallagnol, coordinador de la Lava Jato en Curitiba, compartió en un grupo de mensajes con otros fiscales sus dudas acerca de una acusación que estaba a punto de formalizar contra Lula por haber recibido un apartamento tríplex en el litoral de Sao Paulo de parte de constructoras que serían recompensadas con contratos con la estatal Petrobras: "Dirán que estamos acusando con base a una noticia en un diario y con indicios débiles ... entonces es un ítem que debe estar bien sustentado. Fuera de ese ítem, hasta ahora tengo dudas de la vinculación entre Petrobras y el enriquecimiento, y después que me hablaron estoy con recelo de la historia del apto ... Son puntos en los que tenemos que tener las respuestas claras en la punta de la lengua". Un día después, según las revelaciones de The Intercept Brasil, Dallagnol se emocionaría al leer un reportaje de 2010 que iba en la línea de que Lula era dueño del inmueble ubicado en el litoral paulista, disminuyendo sus dudas anteriores. Deltan Dallagnol – 23:05:11 – ¿Sabemos cuál es la fuente de la nota? ¿No vale preguntarle a la reportera, Tatianah Farah, cuál es su fuente? 23:05:29 – Creo que vale. Informalmente, si ella estuviese de acuerdo, es posible escucharla. 23:05:58 – Porque si él [Lula] ya era dueño del tríplex...la nota es una emoción, pero si convertimos esto en una declaración puede ser mejor. Diecinueve meses después Lula sería encarcelado por este caso y condenado a una pena de 9 años y seis meses de prisión, luego reducida a 8 años y diez meses. Lea también: 4.000 indígenas masacrados: el lado oscuro de Canadá Coordinación entre juez y fiscales El juez anticorrupción y ahora ministro de Justicia Sergio Moro condenó a Lula en primera instancia por el caso en julio de 2017. En repetidas ocasiones la defensa del expresidente cuestionó el proceder de Moro acusándolo de moverse por motivaciones políticas. El juez siempre rechazó las acusaciones. Los mensajes publicados el domingo muestran que Moro consultaba a Dallagnol y que incluso lo guió en el desarrollo de algunas investigaciones de la operación Lava Jato. En una conversación, Moro le sugiere a Dallagnol contactar a una fuente para indagar en un caso contra Lula: "Aparentemente la persona estaría dispuesta a prestar información. Estoy enviando. La fuente es seria", escribió Moro. - "Gracias!! Contactaremos", responde Dallagnol. - "Serían decenas de inmuebles", agrega Moro. Dallagnol le explica después que llamó a la fuente pero que ésta no quiso hablar. - "Estoy pensando en hacer una intimación oficial [a la fuente], incluso basada en noticia apócrifa", comenta Dallagnol. - "Mejor formalizar, entonces", escribe Moro. Recomendamos: Desembarco de Normandía: el día en que todo cambió