Los neerlandeses votan este miércoles para elegir un nuevo parlamento en unas elecciones convocadas tras la renuncia del primer ministro Mark Rutte, que gobernó los Países Bajos durante un período récord de 13 años.

Los colegios electorales abrieron sus puertas a las 07H30 locales (06H30 GMT) y las cerrarán a las 21H00 (20H00 GMT), hora en que se conocerán los primeros sondeos a pie de urna. Durante semanas, los sondeos predijeron una reñida carrera entre tres candidatos, pero en los últimos días de campaña detectaron un avance inesperado de la extrema derecha, que quedó entre los favoritos.

Europa sigue de cerca estas elecciones anticipadas, ya que Rutte desempeñó un destacado papel en cuestiones que van desde el rescate de la zona euro -en la que su posición austera le ponía a menudo en desacuerdo con los países del sur de Europa- hasta la guerra en Ucrania.

Mark Rutte (Photo by Pier Marco Tacca/Getty Images) | Foto: 2023 Pier Marco Tacca

Dilan Yesilgoz, del partido de centroderecha de Mark Rutte, podría convertirse en la primera mujer jefa del Gobierno. “Ya es hora”, declaró a la AFP durante un mitin.

Nacida en Turquía, Yesilgoz, de 46 años, llegó a Países Bajos a los ocho años junto a su padre demandante de asilo, algo que no le impide mostrar sus ambiciones de reducir la inmigración. Generó sorpresa al decir que estaba abierta a una posible coalición con el PVV.

Frans Timmermans, ex comisario europeo, que dirige una alianza de verdes-laboristas, recuperó apoyos justo antes de la votación, según las encuestas.

Se le ve como a un hombre de confianza, dotado de sólidas referencias en cuestiones de medioambiente, después de haber defendido el Pacto Verde de la Unión Europea (UE).

De acuerdo con los analistas, los electores de izquierda se unen igualmente a Timmermans para impedir una coalición de derecha, tras un avance del partido de extrema derecha Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders. “Es una elección extremadamente importante. Se trata de la dirección que tomará el país”, declaró Timmermans a la prensa tras votar en el sur del país.

Wilders, por su parte, ha estado buscando recientemente pulir su imagen, suavizando algunas de sus posiciones más sensibles. En especial, afirmó que hay “problemas más graves” que reducir el número de demandantes de asilo y que podría dejar de lado algunas de sus posiciones antislam.

Ante la prensa en La Haya tras haber votado dijo que sería un primer ministro para “todos en Países Bajos, sin importar la religión, el origen o el sexo”. Un nuevo partido, el Nuevo Contrato Social (NSC), del carismático denunciante y político iconoclasta Pieter Omtzigt, está en ligero declive después de haber logrado un rápido avance en los sondeos tras su lanzamiento en agosto.

¿Ejemplo para Latinoamérica? Por mal manejo de subsidios, renuncia gobierno de Holanda | Foto: ANP / REMKO DE WAAL

Omtzigt, un políglota de 49 años, promete hacer digna de confianza a la política neerlandesa de nuevo tras numerosos escándalos. Igualmente, tiene una posición dura sobre la inmigración.

El popular diputado declaró con regularidad que no deseaba convertirse en primer ministro, lo que suscitó muchas dudas entre los electores. La víspera de las legislativas, dijo que estaba finalmente preparado para dirigir un gobierno de expertos.

Fragmentado

La inmigración, el coste de la vida y la crisis de la vivienda, que afecta principalmente a los jóvenes votantes neerlandeses, han sido los principales temas de las elecciones.

Después del récord de longevidad en el poder de Rutte, apodado primer ministro “teflón” por su capacidad para superar los escándalos, los neerlandeses buscan igualmente un cambio en la manera de gobernar, según los expertos. Rutte causó un gran impacto en Países Bajos en julio al anunciar la caída del gobierno, tras diferencias “irreconciliables” sobre la inmigración. Unos días después, anunció que abandonaba la política.

No parece que ningún partido pueda alcanzar más del 20 % de los votos en un sistema político fragmentado, lo que significa que, inmediatamente después de que se conozcan los resultados, comenzarán largas discusiones para formar una coalición.

Se necesitó el récord de 271 días para la formación del último gobierno. Y por ahora, la incertidumbre es total. “Quien diga que sabe quién va a ganar estas elecciones, miente”, declaró la politóloga Julia Wouters. “Aún puede pasar cualquier cosa”, agregó.